El rey Min Yoongi [YM][#2][✓]

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Jimin era arrastrado por el rey hacia el estudio, aunque el doncel forcejeaba, Yoongi no se detenía. Al llegar al estudio el doncel seguía viendo de manera fría al rey, este invitó a sentarse al doncel, Jimin se sentó aún molesto por lo que estaba pasando, ¿Yoongi pensaba que era un juego lo que le decía?

—Veo tu enojo por lo que dije. —hablo el pálido. —y me lo merezco.

—¿Qué planeas? —pregunto molesto. —¿Acaso me quieres humillar?

—Si te traje al palacio fue porque no te quiero concubino. —contestó Yoongi mientras servía un poco de té.

—Entonces no creo que deba de estar aquí. —se levantó Jimin.

—Trato de entender esta situación. —le entregó una taza con té. —¿No quieres que te trate como alguien que me dé placer, pero rechazas lo que te dije?

El doncel miró a Yoongi el cual bebía tranquilamente, si bien Yoongi tenía razón, pero no esperaba esa respuesta, él suspiró mientras miraba la taza con té, recuerdos de su vida pasada venían a su mente y eso solo lo hacían sentir más miserable de lo que ya era. Pero ¿Por qué le dolía eso? ¿Acaso era masoquista y le gustan esos tratos? Yoongi miraba a Jimin el cual no decía nada, dejó la taza y lo observó por un momento, el doncel al sentir la mirada del rubio apartó la vista.

—Si deseas irte puedes hacerlo. —le dijo. —sé que he cometido millones de errores contigo, pero estoy tratando de enmendar, iniciando con no tratarte como un objeto de placer. —suspiro. —sé que antepongo cosas por sobre ti.

—Yo. —fue interrumpido por el rey.

—Quiero enmendar todo. —lo tomo de la mano. —solo dame una oportunidad más. —hablo. —si en esta te fallo, ya no te molestaré más y dejaré que te marches y te daré el dinero suficiente para que tanto tú y nuestros hijos nunca les falte nada.

—Yoongi. —dijo Jimin sorprendido ante lo dicho por el rubio.

—La que es mi esposa, muy pronto sé irá con quien realmente ama. —hablo Yoongi. —sé irá junto con su hija. —sonrió. —dentro de cuatro meses ascenderé a emperador estando en ese puesto mi voz tendrá mucho poder y mi madre ya no podrá hacer nada.

Jimin quería llorar en ese momento, pues el rey debía de morir antes de ese tiempo, si no lo asesinaba, sabía que sus hijos pagarían el precio de su incumplimiento. Él sonrió y se levantó para sentarse en el regazo del rubio y poder apreciar sus facciones, Yoongi miraba cada acción hecha por el doncel, Jimin escondió su rostro en el pecho del rey y al sentir las caricias en su espalda no pudo evitar llorar. Jimin estaba enamorado del rey y ese siempre sería su castigo, el castigo impuesto por los dioses por cometer el crimen de asesinato y por el engaño, moriría ante el desprecio del joven rey.