El rey Min Yoongi [YM][#2][✓]

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Jimin observó al rey el cual se estaba vistiendo, ambos habían pasado la noche juntos amándose y entregando sus cuerpos para que estos fueran uno solo. Yoongi se acercó y le besó el hombro para atraerlo más a él, Jimin se dejó abrazar por el rey sintiéndose amado y protegido.

—Nuestros hijos se irán con Seulgi. —hablo Yoongi.

—Yoongi. —murmuró Jimin.

—Estarán seguros con ella. —le acarició el rostro. —mientras nosotros estamos aquí.

—Confió en ti Yoongi. —murmuró Jimin. —creeré que ellos estarán a salvo.

—Lo estarán. —sonrió. —ahora hay que ir a dormir.

Ambos se dirigieron a la habitación del doncel, donde ambos luego de ver a sus hijos se acostaron en la cama abrazándose. Yoongi admiraba el rostro del doncel, el cual mantenía los ojos cerrados, pero no estaba dormido.

—Lo pensé Jimin. —dijo y Jimin abrió los ojos.

—Yoongi. —hablo.

—Aún recuerdo nuestra noche de bodas. —mencionó el rey. —te mirabas hermoso con ese traje.

—Hicimos el amor hasta la madrugada. —dijo Jimin. —fue ahí donde concebimos a nuestros hijos.

—Cuando todo esto acabe serás mi consorte. —le beso la frente.

—Mi familia es un peligro. —hablo Jimin. —deberás de asesinarla.

—Jimin. —lo vio.

—Fui manipulado por mucho tiempo Yoongi. —sonrió. —si las asesinan seré libre. —se sentó en la cama y dejó caer su blusa dejando ver su tatuaje. —mientras ellos vivan, este recuerdo seguirá ahí.

—Lo haré. —lo atrajo para abrazarlo.

—¿Será que en esta vida seremos felices? —preguntó Jimin.

—Lo seremos. —respondió el rey. —tendremos una pequeña princesa y veremos a nuestros nietos correr por el palacio.

Jimin río y se dejó envolver por los brazos del rey, al día siguiente Jimin con dolor se tuvo que despedir de sus hijos, sabía que con la reina estarían a salvo. Yoongi estaba junto con su hombre de confianza, al cual le daba instrucciones de lo que debía de hacer. Cuando se fueron Jimin paseaba por todo el jardín viendo las rosas y los pequeños conejos que andaban por ahí, Jimin sonrió al ver a las crías de conejo saltar por ahí.

—Veo que ya viste los conejos. —escuchó al rey hablar.

—No sabía que su majestad tenía conejos de mascota. —sonrió mientras sentía como el rey entrelazaba su mano junto con la de él.

—Me gustan las cosas tiernas. —dijo Yoongi mientras atraía a Jimin hacia él. —y tú eres una de ellas.

Jimin sonrió y se atrevió a besar al rey, el cual no se negó ante eso, pues él amaba al joven doncel y esta vez no cometería ningún error.