Kepa y Naroa.
Lugar equivocado. Momento perfecto.
Cuando ambos se encuentren, el corazón será el que mande y el destino quien los una.
Una fiesta exclusiva. Nadie debe saberlo. Todos se conocen, nadie te juzga.
¿Y ellos que harán? ¿Jugarán a quere...
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📅 Viernes
📅 Días después
Ainara me mira de arriba a abajo torciendo el gesto. Doy una vuelta para que me vea ella y me vea yo también. Este no es mi estilo para nada. Nunca me he vestido así en la vida. Me siento rara, me siento que no soy yo, pero de eso se trata ¿no?
- ¿Qué? -le digo poniendo mis brazos en jarra mientras ella me hace un repaso de nuevo.
- Estás follable, muy follable.
- Gracias, pero con un simple ¡qué guapa estás! me hubiera valido.
- Naroa -Ainara me coge de las manos y me mira a los ojos fijamente- no estés nerviosa. Tú sólo piensa que vas a ir a una fiesta, te lo vas a pasar bien y vas a comer y beber todo lo que quieras.
-Así visto no suena mal...
- Y todo por el módico precio de mil euros...
- Los cuales me van a durar 0 segundos.
Resoplo pensando en que de los mil euros solo me va a quedar muy poco porque quiero mandarle cien euros a Christian para que se compre algo. Tengo que aguantarme las ganas de llorar y los nervios que tengo. También tengo que quitarme la sensación de lo que pienso que voy a ser esta noche, no una escort como no para de decir Ainara, sino una puta de lujo. Pero bueno, no voy a acostarme con nadie, así que lo de puta puta, como que no.
- ¿Recuerdas las reglas Naroa? -Ainara se pinta los labios en el espejo y se gira para mirarme.
-Si. No decirle mi verdadero nombre a nadie, no hablar de mi vida, no hacerme fotos como si fuera una fan loca y sonreir, sonreír y sonreír...
- De acuerdo. Lo vas a hacer bien. Alex está deseando conocerte.
Tuerzo el gesto pensando en el "amante" de mi amiga. Llevo un par de días navegando por Internet leyendo y viendo cosas de él. Y lo que veo no me gusta nada. El tipo tiene novia, una niña pija de Madrid que le encanta presumir de novio futbolista y que es influencer o influpollas como digo yo. Hoy en día el hacerte cuatro fotos monas te hacen ser influ de esas. O que vendas que con ejercicio y vida sana puedes conseguir el cuerpo que ellas tienen cuando está claro que está hecho a base de quirófano. Odio a esas tías, de verdad. Me parecen tan superficiales y vacías. Ainara es tres mil veces más guapa, más linda y preciosa que esa tía. Por eso no entiendo que hace el tal Alex con esa novia.
Ainara y yo terminamos de arreglarnos en el momento que su móvil suena con un mensaje.
- El coche nos espera abajo -dice ella cogiendo su bolso. Me mira y se acerca a mi para acariciar mi mejilla- no estés nerviosa. Todo va a salir bien. Y no tienes que hacer nada que no quieras. Yo estaré cerca tuya, y cualquier cosa me lo dices.
- De acuerdo -cojo aire con fuerza e inspiro- vamos allá entonces.
Cojo mi bolso y sigo a Ainara saliendo de su dormitorio. Nos damos un último vistazo en el espejo y salimos de su casa. Los tacones repiquetean en las escaleras cuando bajamos los últimos peldaños de la primera planta donde ella vive. Al salir de su portal, un impresionante Mercedes negro nos espera en la misma puerta. Un hombre con traje se adelanta y nos abre la puerta. Ainara le da una amplia sonrisa y lo saluda alegremente. Supongo que no es la primera vez que viene a buscarla.
