📅 Finales de marzo
Estoy medio dormida cuando escucho a Tara moverse y quejarse. Voy a levantarme cuando Kepa me coge de la mano.
- Ya voy yo, Naroa.
Kepa se levanta rodeando la cama. Llega hasta la cuna y coge a Tara en sus brazos intentando calmarla, pero la muy brujilla no se calla.
- Creo que tiene hambre, Naroa.
Enciendo la lamparilla de mi mesita y pongo mi almohada detrás de mi espalda y un cojín debajo de mi brazo derecho. Me bajo el tirante de mi camiseta y el lado derecho del sujetador. Kepa me da a Tara y la pongo recostada entre mis piernas y el cojín. Es ponerle el pecho en la boca y mi hija se engancha a el como sino hubiera un mañana.
- Mira, le pasa como a mi, es verte la teta y me engancho a ella desesperado.
Miro a Kepa rodando mis ojos. Él se mete en la cama. Acaricia el pelo de nuestra pequeña y me da un beso en la mejilla.
- Deberías haberte ido a dormir al otro dormitorio Kepa. Has llegado hace dos horas de jugar y mañana tienes que levantarte temprano.
- No pasa nada Naroa. Yo tengo que estar al lado de mis niñas.
Kepa pone su cabeza en mis hombros y yo acaricio su mejilla. Los dos nos quedamos embobados mirando a Tara. Mi pequeña de 3 meses nos tiene locos, a nosotros y a toda la familia. Se parece a Kepa en los ojos y en la nariz, el resto es mío.
Es una niña muy buena, aunque duerme más de día que se noche. Suele despertarse a las 8 de la mañana. Con lo cual me tiene todos los horarios trastocados. Supongo que a medida que pasen los meses esto irá cambiando. Algo que estoy deseando.
Kepa le hace cosquillas en la barbilla y ella se empieza a reír sin soltar su teta. Eso es sagrado. Tiene una sonrisa tan bonita mi pequeña. Después de tomar del otro pecho, me la pongo en el hombro y ella suelta los gases al momento. Se la doy a Kepa y él la mece hasta que se queda dormida poniéndola en la cuna.
Lo veo taparla y sonreír mientras la mira. Kepa vuelve a la cama y yo apago la lamparilla. Me acerco a él hasta poner mi cabeza en su pecho.
- Es preciosa, Naroa. Nos ha salido una niña muy bonita. Espero que el segundo sea igual de bonito.
- ¡Kepa! Que aún no hemos criado a esta y ya estas pensando en otro -le doy un pequeño empujón en el estómago y mi marido me agarra de la cintura.
- Más bien estoy pensando en hacerlo.
Kepa me tumba en el colchón. Se coloca encima mía subiéndome la camiseta. Sus labios tardan poco en estar en mis pezones.
- Yo también quiero teta, Naroa.
Kepa alza sus ojos y me mira con una sonrisa muy traviesa. Me muerdo los labios intentando no reírme mientras él baja su cabeza atacando de nuevo mis pechos. Sus manos están por todo mi cuerpo acariciándome muy lentamente.
Deslizo su pantalón hasta quitárselo del todo y me bajo las braguitas rozándome con su pene.
- Te deseo mucho, Kepa.
Mi boca le susurra en el oído y mis dientes le dan un pequeño bocado haciendo que sus jadeos se ahoguen en mi cuello.
- ¿Y que quiere mi niña que le haga?
- Que me hagas el amor hasta que no pueda mas.
- Yo había pensado en follarte mejor - Kepa baja sus manos hasta encontrar mi centro y mueve sus dedos ansiosos. Estoy tan mojada que se resbalan mientras me toca
- Haz lo que quieras pero hazlo ya.
Le tiro del pelo para que me mire y Kepa busca mis labios para darme un salvaje beso que me deja sin aliento. Su pene empieza a rozarme provocándome y yo jadeo muy excitada.
Kepa sigue jugando con mis labios, con su boca en mis pechos, con sus manos por todo mi cuerpo...
- Kepa...
Le ruego derretida de deseo por él y con unas ganas enormes de tenerlo dentro de mi. Él suelta una carcajada y entra en mi moviéndose tan rápidamente que con dos embestidas me corro. Me sujeto a sus hombros jadeando en susurros dejando que el orgasmo me invada por completo.
- ¿Ya mi niña?
Kepa me mira con una sonrisa satisfecha y yo le doy un pellizco en el culo haciendo que se revuelva y se mueva de nuevo. Kepa sale de mi ante mis protestas y me da la vuelta quedando yo boca abajo. Sus manos masajean mi culo. Su pene roza mi abertura de arriba a abajo y la almohada me sirve para ahogar mis gritos.
Él me embiste muy despacio pero cuando me posee por completo empieza a moverse cada vez más rápido. Me levanta el culo enterrándose más profundo sin dejar de moverse. Siento un cosquilleo de nuevo, y sé que voy a hacerlo.
- Naroa, córrete porque yo ya no puedo más
Giro mi cabeza para mirar y lo veo apretar su mandíbula mientras sus dedos se clavan en mi piel. Mis piernas tiemblan, siento como lo aprieto y lo hago, me corro jadeando en la almohada. Kepa se deja caer en mi espalda y sus dientes marcan mi piel corriéndose él también.
Sale de mi y me doy la vuelta para mirarlo. Sus dedos acarician mi mejilla y a mi me hace sonreír por la cara que tiene mirándome.
- He estado pensando, Kepa.
- ¿En qué mi vida?
-Que no me importaría tener otro hijo de aquí a un año.
- ¡Bien! Te quiero, Naroa. Te quiero más que a mi vida.
Kepa se deja caer casi encima mía y yo lo abrazo con fuerza. Los latidos de su corazón se van calmando mientras yo acaricio su espalda desnuda.
- Yo también te quiero Kepa. Te voy a querer siempre.
- ¿Eso no es demasiado? Es que me da miedo de que te hartes de mi preciosa.
- Jamás me hartaré de ti, mi loco.
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Eres mi rincón perdido
RomanceKepa y Naroa. Lugar equivocado. Momento perfecto. Cuando ambos se encuentren, el corazón será el que mande y el destino quien los una. Una fiesta exclusiva. Nadie debe saberlo. Todos se conocen, nadie te juzga. ¿Y ellos que harán? ¿Jugarán a quere...