Kepa y Naroa.
Lugar equivocado. Momento perfecto.
Cuando ambos se encuentren, el corazón será el que mande y el destino quien los una.
Una fiesta exclusiva. Nadie debe saberlo. Todos se conocen, nadie te juzga.
¿Y ellos que harán? ¿Jugarán a quere...
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📅 DOMINGO
📅 AL DIA SIGUIENTE
- Despierta dormilona.
Escucho la voz de Kepa y me revuelvo un poco sin ganas de levantarme. Siento como aparta la sabana de mi espalda y como sus labios se posan en ella para dejar un rastro de besos por mi piel desnuda. Sonrío por el suave cosquilleo que siento pero no quiero abrir los ojos.
- Naroa.
- Estoy dormida. Tendrás que esforzarte más.
Kepa me da besos por los costados y una de sus manos roza uno de mis pechos haciendo que suelte un pequeño gemido. Sus labios siguen besando mi espalda mientras sus manos acarician la piel desnuda de mi trasero.
- Podrías darte la vuelta, abrir tus piernas y dejar que estuviera un ratito dentro de ti y así podríamos irnos pronto.
- Me lo pensaré - le respondo intentando aguantar la risa.
- ¿Podrías girarte mientras te lo piensas?
- Claro, perdona.
Kepa se quita de encima mía y al darme la vuelta nuestros ojos hacen contacto. Le sonrió y llevo mis manos a la parte de atrás de su cuello y tiro de él hasta que su boca está sobre la mia. Lo beso con muchas ganas recorriendo sus labios con los míos y buscando su lengua que se cuela entre mis dientes para acariciar la mía.
- Buenos días a ti también -le digo mientras acaricio su espalda.
- Eres un koala. ¿Tú sabías que los koalas duermen casi 12 horas?
- ¡Yo no duermo tanto!
Mis manos se van al culo de Kepa y le doy un pellizco en el mientras lo veo colocarse entre mis piernas. Las abro para que pueda acomodarse y bajo mi vista para ver como lentamente va entrando en mi después de haberse puesto un preservativo. Arqueo mi cuerpo hacia atrás y él entra más profundo sintiendo que me roba el aliento con cada embestida.
Mis labios están en su cuello y mis dientes arañan su piel mientras me sujeto a sus hombros recibiendo todo lo que él puede darme. Estar con Kepa es increíble. Me trata con una ternura y es tan tremendamente pasional que cada vez que estoy con él es mejor que la anterior. Él me hace sentir, hace que todo mi cuerpo vibre y responda a sus caricias. Y supongo que eso es cuando la persona con la que estás es la adecuada ¿no? Porque eso es lo que estoy empezando a sentir por él, que Kepa es "esa persona". Me lo demuestra cada día, dando todo de él para que yo sea feliz.
- Estás preciosa recién levantada. Estás preciosa cada vez que estoy dentro de ti, con tus mejillas sonrosadas y tus labios hinchados.
Me muerdo los labios y siento como me tiemblan las piernas. El roce de nuestros cuerpos es una auténtica locura. Kepa acelera sus embestidas y hace que sienta ese cosquilleo, esas ganas de correrme pero a la vez de no querer terminar. Lo siento muy profundo dentro de mi, siento que quiero darle todo de mi. Mi orgasmo me hace morderle el cuello para acallar mis gritos. Intensifico mi agarre en su espalda y me abandono a otro de esos orgasmos brutales. Dos días llevamos acostándonos juntos y dos días que me hacen desear más de él.
