📅 UNA SEMANA DESPUÉS
Casi estoy llegando a casa. En la radio suena una canción de Bad Bunny que de tanto ponerla Naroa. me la he acabado aprendiendo. Mis dedos siguen el ritmo de la canción golpeando el volante mientras giro el coche entrando ya en mi calle. El corazón se me acelera y no puedo evitar sonreír pensando en lo que me espera en casa.
Naroa lleva una semana "viviendo" conmigo. Se trajo una enorme maleta, su portátil y muchos cacharros de cocina. Le compré una Thermomix para los Reyes y de este regalo si que no se quejó. Y lo que sale de esa máquina y de las manos de mi novia es gloria bendita.
Aparco el coche en el sótano y salgo de el. Subo las escaleras y en cuanto abro la puerta un olor a comida inunda mis fosas nasales haciendo que mi estómago ruga de hambre. Entro en la cocina y veo a Naroa mirar el horno muy atentamente.
- Huele de maravilla Naroa.
Mi chica se da la vuelta y me regala una de esas sonrisas que tan loco me vuelven porque esta mujer me tiene loco perdido.
- Crema de espárragos y salmón al horno con verduras.
- Suena delicioso.
Me acerco a Naroa y la abrazo por la cintura para darle después un beso lento. Sabe a salsa de verduras, seguramente porque acabará de probar lo que ha cocinado. La saboreo muy despacio, disfrutando de sus besos y de sus manos en mi cuello. Nos separamos y puedo ver como ella me da de nuevo una preciosa sonrisa.
- ¿Quieres que vayamos a cenar cuando te recoja de la pastelería y luego al cine? -le pregunto sin soltarla de la cintura.
- Suena estupendo Kepa. Me apetece un montón el plan.
Le doy un beso en la nariz y me separo de ella para poner la mesa. Me gusta comer en el comedor y abrir las cortinas para ver el jardín y como pasan las nubes. Seré un tonto romántico pero valoro mucho estos pequeños detalles y desde que estoy con Naroa lo hago mucho más que antes. Abro un cajón y saco un mantel. Lo extiendo y ella aparece con los vasos y cubiertos. Entre los dos terminamos de poner la mesa y cada vez que nos cruzamos me permito cogerla de la cintura y besarla.
Naroa y yo nos sentamos a comer sin siquiera poner la televisión. No nos hace falta. Nos encanta hablar de cualquier cosa. La crema de espárragos está espectacular y mira que yo no soy mucho de esta verdura, pero es que ella cocina tan bien que todo lo que hace me gusta.
- ¿Te han dado ya la nota de Arquitectura? -le pregunto mientras relamo la cuchara después de haberme terminado la crema.
- Aún no. Se supone que salía entre hoy y mañana. Espero aprobarla. Si no pasa nada y este cuatrimestre me va bien podría terminar la carrera limpia Kepa -Naroa me sirve el salmón con las verduras y yo me quedo mirándola embobado- ¿porqué me miras así?
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Eres mi rincón perdido
RomanceKepa y Naroa. Lugar equivocado. Momento perfecto. Cuando ambos se encuentren, el corazón será el que mande y el destino quien los una. Una fiesta exclusiva. Nadie debe saberlo. Todos se conocen, nadie te juzga. ¿Y ellos que harán? ¿Jugarán a quere...