Marcos me dijo que el día que tuviera a mi hija en los brazos el mundo se detendría. Y es cierto. No puedo dejar de mirarla. Es tan pequeña y tan perfecta. Sus pequeñas manos, su boquita que abre y cierra, esa mata de pelo castaño... Estoy enamorado. Esta niña ya me tiene loco desde el minuto uno.
Tara ha nacido a las 21.00 de la noche. El parto ha durado lo normal en estos casos. Y por suerte ha sido más rápido de lo que pensábamos. Mi hija lloro bien fuerte en cuanto nació. Y verla en el pecho de su madre es una sensación que no voy a olvidar en la vida. Me he emocionado hasta las lágrimas. Esta pequeña personita me ha robado el corazón al igual que ha hecho su madre.
- Al final ha nacido en Ondarroa como tú querías Naroa.
Mi madre sonríe al verme con mi hija en los brazos. Levanto mi mirada y me voy acercando a la cama donde mi campeona descansa. Me siento a su lado y le doy un beso en los labios mientras le tiendo a nuestra hija.
- Pues si. Al final mi pequeñita es ondarroana, ¿a qué si mi vida?
Naroa le da un beso en la cabeza a Tara y se la acomoda para darle el pecho. Acaricio la cabecita de mi hija y le sonrío.
- ¿Cómo estás? -le pregunto sin dejar de mirar a mis dos niñas.
- Cansada, muy cansada, pero muy feliz.
- Es preciosa -dice Christian al otro lado de la cama. Mira a su sobrina con una cara de felicidad que no puede- pero preciosa. Se parece a mi cuando era pequeño.
- Gracias Chris -le dice Naroa rodando sus ojos.
- ¡Es verdad! Mírala a ella y mírame a mi. Somos igualicos.
-Tú eres muy tonto Chris, a ver si te vas con Oliver y te relajas guapo.
- Pues espero que disfrutarais bien del polvo de anoche, que por lo menos en dos meses nada de nada...
- De verdad Chris, menos mal que mi hija tiene más tíos porque contigo solo íbamos apañados.
Naroa le saca la lengua a su hermano y él se acerca a ella para darle un beso en la mejilla. A medida que pasan las horas, mi mujer está cada vez más cansada y se le nota. Deciden irse todos a casa con la promesa de volver mañana, aunque según nos ha dicho el médico mañana les darán el alta a las dos.
Tara está dormida en la cuna desde hace un rato. Se nota que ella también está cansada. Hace un día estaba plácidamente en la barriga de su madre y ahora está en el mundo. Madre mia, si es que la veo y aún no me la creo. Acaricio su mejilla con mucho cuidado y la miro embobado.
- Es preciosa, Kepa.
Me doy la vuelta para ver como Naroa me sonríe desde su cama. Le subo un poco la sábana a mi hija y voy hacia donde está mi mujer. Me siento a su lado y le toco la mejilla muy despacio mientras ella me sonríe.
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Eres mi rincón perdido
Storie d'amoreKepa y Naroa. Lugar equivocado. Momento perfecto. Cuando ambos se encuentren, el corazón será el que mande y el destino quien los una. Una fiesta exclusiva. Nadie debe saberlo. Todos se conocen, nadie te juzga. ¿Y ellos que harán? ¿Jugarán a quere...