Kepa y Naroa.
Lugar equivocado. Momento perfecto.
Cuando ambos se encuentren, el corazón será el que mande y el destino quien los una.
Una fiesta exclusiva. Nadie debe saberlo. Todos se conocen, nadie te juzga.
¿Y ellos que harán? ¿Jugarán a quere...
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📅 Primeros de noviembre
📅 Viernes
📅 Dos meses después
📅 7 meses de embarazo
Naroa y yo estamos sentados delante de la televisión. El seleccionador está a punto de dar la lista de convocados para el Mundial de Qatar. Mentiría si dijera que no estoy nervioso. Por un lado quiero ir. Nunca he ido a ningún Mundial ni ninguna Eurocopa, pero por otro no quiero dejar sola a mi mujer. Le faltan apenas 3 meses para dar a luz y cuando quede solo un mes, podría hacerlo en cualquier momento como nos dijo la ginecóloga.
Naroa aprieta mi mano y yo la rodeo con mi brazo. El seleccionador sale en pantalla y después de dar una pequeña charla procede a leer los nombres de los convocados para el Mundial:
- Porteros, Unai Simón, Robert Sánchez y...Kepa Arrizabalaga...
No escucho el resto de nombres porque Naroa pega un grito y me abraza con fuerza mientras yo siento mi corazón latir loco perdido. Voy a ir al Mundial. Por primera vez en mi vida voy a jugarlo. Abrazo a mi mujer muy emocionado. La beso en los labios y mi móvil empieza a sonar pero me da igual. A mi lo único que me importa es la mujer que tengo entre mis brazos.
- Eres el mejor Kepa, el mejor. Estamos muy orgullosas de ti, que lo sepas.
- Dios, joder. Estoy que no me lo creo.
Me llevo las manos a la cara y me siento en el sofá empezando a asimilar la locura que van a ser estos días. Recibo un correo electrónico de la Federación donde me dicen que el lunes tengo que estar en la Ciudad Deportiva de Las Rozas para empezar la concentración. Serán casi diez días allí y luego viajaremos a Qatar. Si conseguimos llegar a la final, entre unas cosas y otras será casi un mes y medio sin ver a mi mujer y eso es lo que me tiene loco.
- Ei, Kepa, ¿qué te pasa cariño?
Naroa pone sus manos en mi cuello y acaricia mi pelo con mucha delicadeza. Me encanta que me toque el pelo, me tranquiliza y hay veces que le pido que me haga un masaje en la cabeza antes de dormir.
- Estoy muy contento Naroa, pero a la vez estoy muy triste, voy a estar mucho tiempo sin verte cariño mío. Es que no voy a ver como crece tu barriguita -pongo mis manos en su vientre y como si me estuviera escuchando mi niña empieza a moverse y da pequeñas patadas.
- Nosotras estaremos bien Kepa. Tú tienes que ir a cumplir tu sueño. Siempre has querido jugar un Mundial. Tienes que ir y demostrarle a todo el mundo la hostia de portero que eres. Nosotras estaremos esperándote cuando vuelvas mi amor.
- ¿Te vas a Ondarroa entonces?
- Si, me voy. En cuanto te vayas a Qatar.
- Es lo mejor que puedes hacer cariño. Sé que quieres tener a mi madre cerca y la necesitas. Y sinceramente, me quedo más tranquilo sabiendo que estás allí con mis padres y mis hermanos.
