*** Creo que no suelo poner muchas advertencias ni avisar, porque todos los que me leéis ya sabéis que yo siempre escribo CONTENIDO ADULTO con escenas de sexo explícito. No me gusta justificarme, pero a veces me gusta advertirlo.
Que lo disfruteis ***- Preciosa, despierta -la voz de Kepa me hace darme la vuelta en la cama y abrir mis ojos lentamente. Siento como se sienta hundiendo un poco el colchón y acaricia mi espalda haciendo que se me erice al piel- han traído el desayuno cariño.
- ¿Qué hora es? -le pregunto mientras me incorporo. Kepa lleva puesto uno de los albornoces del hotel y está muy guapo con su pelo revuelto.
- Son ya las 12 Naroa. Venga, que tengo hambre -Kepa me da un beso en los labios y se levanta de la cama.
- Kepa. Estoy desnuda, no sé como quieres que me levante.
Mi novio me mira riéndose y sale de la habitación para ir al baño. Lo escucho abrir un armario y segundos después aparece con un albornoz, el cual me tiende para que me ponga. Me desperezo y saco los pies de la cama para ver unas zapatillas de borlas blancas listas solo para deslizarlas en mis pies. Cojo el albornoz poniéndome en pie y el suave algodón me envuelve mientras me lo abrocho. Kepa viene hacia mi y pone sus brazos en mi cintura mientras besa mis labios.
- ¿Has dormido bien?
- Lo poco que me has dejado he dormido en la gloria.
- Perdona guapa que la que gritaba que no parara eras tú, yo solo me encargue de cumplir tus órdenes.
Siento mis mejillas calentarse recordando todo lo que hicimos anoche en el sofá de la sala primero y más tarde en la cama. Desde luego que el año lo he comenzado de maravilla. No recuerdo todos los orgasmos que este hombre me produjo anoche o esta mañana. Perdí la noción del tiempo en sus brazos la verdad.
- He dormido muy bien. La cama es comodísima. ¿Y tú?
- También he dormido bien. Siempre duermo bien cuando te tengo cerca Naroa.
Le sonrío y aprieto mis labios mientras él besa mi mejilla. Me da la mano y salimos juntos del dormitorio atravesando la sala de estar en dirección al comedor. Me llevo las manos a la cara. La mesa está llena hasta arriba de comida. Hay café, multitud de zumos, fruta, varias clases de panes, mantequilla, paté, emparedados, cereales...un festín desde luego.
- Madre mía Kepa. Con este desayuno se me van a quitar las ganas de comer.
Me siento en una de las sillas y dejo que él me sirva el café y me de un vaso con zumo, el cual pruebo y está delicioso. Pongo en mi plato una rebanada de pan de centeno con queso fresco, nueces y mermelada de fresa y al darle un bocado la explosión de sabores me hace gemir en la boca.
- ¿Está bueno? -me pregunta él mientras se echa cereales en un tazón llenándolo también con frutas del bosque.
- Jolines Kepa. Esto está de muerte -lo miro y cojo una de sus manos sin dejar de sonreirle- gracias por esto. Creo que lo necesitaba, ambos lo necesitamos. Me encanta que me mimes Kepa. Y en serio lo de esta habitación en pura fantasía.
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Eres mi rincón perdido
RomanceKepa y Naroa. Lugar equivocado. Momento perfecto. Cuando ambos se encuentren, el corazón será el que mande y el destino quien los una. Una fiesta exclusiva. Nadie debe saberlo. Todos se conocen, nadie te juzga. ¿Y ellos que harán? ¿Jugarán a quere...