📅Cinco días después
Cinco días. Cinco putos días llevo sin saber nada del capullo de mi novio. Porque es un capullo. Ni me ha llamado ni nada. Bueno, yo tampoco he movido un dedo por hablar con él. Es que ni fui al Metropolitano a verlo. Para qué si no me íba a hablar.
Estoy enfadada con Ainara. Le he dicho que por su culpa Kepa no me habla y que se huele algo. Que ella sabrá si no quiere contarle nada a Ferrán pero que no cuente conmigo para nada como eso de nuevo.
- Y el muy gilipollas lleva cinco días sin hablarme. Orgulloso de mierda -ayudo a Ana a subir el carro de Sara por las escaleras de su casa mientras ella me mira divertida.
- A ver Naroa. Tú tampoco lo has llamado.
- ¿Te lo ha dicho él? -mi amiga asiente y yo ruedo mis ojos- capullo imbécil.
Entramos en su casa y nos quitamos las chaquetas. Dejo el bolso en el recibidor y saco a Sara del carro mientras Ana lo mete dentro del comedor. Le quito a la pequeña su abrigo y me la como a besos mientras entro con ella siguiendo a su madre.
- No te eches novio nunca Sara. Los novios son unos capullos y sólo dan disgustos. Por lo menos el mío que ni te llaman ni nada -le digo muy seria.
- Y las novias son todas unas putas embusteras y nunca están contentas con nada.
La voz de Kepa me deja congelada en mi sitio. Alzo mis ojos y lo veo sentado en el sofá del comedor con el mando de la consola al lado de Marcos. Trago saliva porque llevo 5 putos días sin verlo y si, lo echo mucho de menos y mi cuerpo aún más. Es verlo y desearlo. Nos miramos fijamente y la mirada de él sobre mi me hace temblar de arriba a abajo. Kepa tuerce el gesto y desvía sus ojos para seguir jugando.
- Hola Naroa -me dice Marcos sonriéndome.
- Hola Marcos, ¿qué tal?
- Bien cariño, ¿y tú?
- De maravilla. Llevo unos 5 días de puta madre, sola, sin darle explicaciones a nadie, sin tener que estar pendiente de nada. Sólo yo y nada más que yo -le digo bien alto para que Kepa me oiga.
- Es que eso es a lo que ella está acostumbrada -le dice Kepa a Marcos sin mirarme- se cree que es muy fuerte y valiente y que no necesita a nadie.
- Yo si necesito a la gente Marcos. A quien no necesito es al imbécil que está a tu lado. 5 díitas y te das cuenta de lo a gusto que estabas antes de conocerlo.
Kepa se da la vuelta y se queda estático mirándome. Lo veo decepcionado con lo que le he dicho y hasta yo me siento mal.
- Naroa -me dice Ana entrando en el comedor- dejadlo ya ¿vale?
Miro a mi amiga y asiento bastante azorada. Por mi boca están saliendo palabras que sé que no quiero decir.
- Yo si que estaba agusto -dice ahora Kepa hablándome de una forma que no me había hablado antes- que desde que te conozco me tienes la vida amargada.
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Eres mi rincón perdido
RomansKepa y Naroa. Lugar equivocado. Momento perfecto. Cuando ambos se encuentren, el corazón será el que mande y el destino quien los una. Una fiesta exclusiva. Nadie debe saberlo. Todos se conocen, nadie te juzga. ¿Y ellos que harán? ¿Jugarán a quere...