📅 Lunes 20 de diciembre (madrugada)
📅 UN DÍA DESPUÉS
Esta noche me he acostado más temprano de lo normal. En cuanto he terminado de hablar con Kepa me he ido a la cama. Ha sido emocionante verlo celebrar el título de campeón en la plaza de España y verlo cada dos por tres llevarse el chupete a la boca. Es que estaba monísimo.
Me doy la vuelta y me quedo dormida al instante acariciando mi barriga. Mi hija lleva un par de días muy rebelde y no para de moverse. De vez en cuando tengo pequeñas contracciones pero el ginecólogo dice que son normales. Que mientras no sean muy seguidas no pasa nada.
A medianoche me despiertan ruidos y voces en la parte de abajo de la casa. Intento ignorarlas pero no puedo sobre todo porque me preocupo pensando que pase algo. Me levanto medio dormida porque no sé a qué viene tanto follón. Me pongo mi sudadera del Atlético y salgo de mi habitación bajando las escaleras sujetándome al pasamanos. Atravieso el pasillo siguiendo las voces que están en el vestíbulo.
Me entra un escalofrío por todo el cuerpo. Kepa está delante mía. Dios, está aún más guapo que hace un mes. Alza sus ojos y en cuanto me ve me da una sonrisa que podría derretir a cualquiera. Mis pasos son torpes y me tiemblan las rodillas. Él acorta la distancia que nos separan y yo ya siento las lágrimas rodar por mis mejillas. Me arrojo a sus brazos y él me levanta del suelo. Kepa besa mis mejillas, mis labios y vuelve a abrazarme.
- ¡Joder lo que te he echado de menos! - me dice él poniendo sus manos en mi cara.
Nos besamos esta vez más lento, saboreándonos el uno al otro después de más de un mes sin vernos. Kepa baja sus manos hasta mi vientre y lo veo mirarme embobado.
- ¡Cómo has crecido bebe! Mi niña, ya está aquí papá. No te puedes imaginar lo que te he echado de menos.
Kepa besa mi barriga y se incorpora para abrazarme. Ahora mismo creo que soy la persona más feliz del mundo entero. Sus dedos acarician mis mejillas y yo tiemblo al sentir de nuevo su contacto.
- Estas preciosa Naroa.
- Tú también estás muy guapo.
- Por cierto, te he traído una sorpresa.
Kepa me coge de la mano y me lleva hasta la entrada. Allí veo a mi hermano agarrado a María mientras ella le da besos por toda la cara.
- ¡Tú! Mentiroso de mierda. Me dijiste que no te daban el día.
Le grito a mi hermano mientras él se suelta de los brazos de mi suegra para venir hacia mi riéndose a mi costa
- Ya me estoy hartando de que me engañes - Christian me rodea con sus brazos y yo me giro para mirar a Kepa señalándolo con mi dedo índice - y tú lo sabías y te has callado como un perro. Se os olvida que estoy embarazada.
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Eres mi rincón perdido
RomanceKepa y Naroa. Lugar equivocado. Momento perfecto. Cuando ambos se encuentren, el corazón será el que mande y el destino quien los una. Una fiesta exclusiva. Nadie debe saberlo. Todos se conocen, nadie te juzga. ¿Y ellos que harán? ¿Jugarán a quere...