📅 Casi dos años antes...
Llevaba un mes en Madrid y mi coche llevaba un par de días que no quería arrancar. No tuve mas remedio que llevarlo al taller. Por suerte, debajo de casa había uno el cual me recomendó el panadero del barrio. Llegué por la mañana temprano y entre en el buscando al mecánico.
La primera vez que vi a Jax casi muero. Salió de debajo de una furgoneta y cuando se puso de pie a mi me entraron temblores por todo el cuerpo. Era increíblemente guapo y sexy a rabiar. Me recordó a uno de los personajes de "Hijos de la anarquía" la serie a la cual estaba enganchada en ese momento. De mediana estatura, pelo rubio, penetrantes ojos claroscuros y unos sensuales labios que pedían a gritos ser mordisqueados.
Y ya cuando abrió la boca a mi se me cayeron las bragas al suelo. Tenía una voz aterciopelada y te miraba tan intensamente a los ojos que yo creí que en algún momento iba a derretirme.
- Hola. ¿En qué puedo ayudarte? - me dijo él con una sonrisa torcida.
- Pues que no arranco... - Jax me miró alzando una de sus cejas y yo me puse como un tomate - digo el coche... que no arranca mi coche.
- OK. ¿Dónde lo tienes?
- Está aparcado en la puerta de mi casa. Vivo aquí al lado.
Jax me siguió hasta fuera del taller y yo iba nerviosa perdida pensando en si los pantalones me harían mucho culo por si él me lo miraba.
- Que casualidad. Yo también vivo aquí. En el tercero C. ¿Acabas de mudarte?
- Llevo solo un mes -le respondí mientras le señalaba con mi mano mi coche- vivo en el segundo B
- ¿En el piso de la loc...
- Si, la loca de Marieta. No sé qué le pasa a todo el mundo con esa señora, pero conmigo es un encanto.
- Si tú lo dices. Tú no la has visto desnuda cantando fandangos en el balcón...
Jax me hizo una mueca con los labios y me pidió las llaves del coche. Un cuarto de hora después mi coche arrancaba perfectamente después de un cambio de aceite y una limpieza de bujías.
- ¿Qué te debo...? - le pregunté cuando terminó.
- Jax, soy Jax. Y no es nada - Jax hizo un gesto con la mano quitándole importancia - si coincidimos en algún sitio me invitas a algo y listo.
- Pero...
- No te preocupes, para eso están los vecinos. ¿Y tú te llamas?
- Naroa, me llamo Naroa.
- Bonito nombre, te pega.
Jax me dio una amplia sonrisa y yo trague saliva nerviosa. Me despedí de él bastante agradecida y me monté en mi coche rumbo a la entrevista de trabajo que tendría en una pastelería del centro. Antes de irme, Jax se dio la vuelta para hablarme.
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Eres mi rincón perdido
RomanceKepa y Naroa. Lugar equivocado. Momento perfecto. Cuando ambos se encuentren, el corazón será el que mande y el destino quien los una. Una fiesta exclusiva. Nadie debe saberlo. Todos se conocen, nadie te juzga. ¿Y ellos que harán? ¿Jugarán a quere...