Capítulo LV

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-    Cat... - Soltó Kara, conmocionada.

Ella y Lena volvieron a intercambiar una mirada. A la confusión de los primeros instantes se había superpuesto una certeza indiscutible y angustiosa. Sospechaban lo que acababa de suceder: demasiada era su experiencia con las líneas temporales, y no se trataba de  la primera vez que se topaban con una diferente.

Debían actuar con cuidado: no sabían  cómo estaban las cosas allí. Cualquier movimiento en falso podría provocar problemas inimaginables para sus yos de esa dimensión.

- ¿Cat?- repitió la señora Grant alzando una ceja. Guardó silencio por unos instantes, volviendo a analizar a las dos jóvenes y a William, y luego se cruzó de brazos. Kara sabía que había metido la pata -. Al parecer sí que he caído en el planeta de los Simios. Kiera, usualmente no eres precisamente la persona más presentable de esta oficina, pero hoy te has superado. ¡Y usted, señorita Luthor! Santo cielo, jamás creí ver un espectáculo tan espantoso. ¡Arréglense, madre mía!

Kara y Lena no necesitaron que se los repitiese dos veces: aprovecharon la ocasión para salir pitando de allí. William hizo el intento de seguirlas, pero Kara lo detuvo con una mano.

- Estoy bien, luego te llamo.

Y se marchó con un gusto extraño en el paladar y los ojos de Lena fulminándola.

- ¿Qué querías que le dijera? Él y Kara- de- este- lugar parecen tener una relación.

- Odio esta línea temporal. Si se llega a acercar de nuevo a ti...

A Kara le asustó la determinación que percibió en su tono y el cómo sus ojos titilaron con una luz anaranjada.

- Se confundió, no fue su culpa. No sabía que nosotras... - Kara se rascó la sien.

- Ya - Lena asintió sombría-. Y tú tampoco.

Kara se detuvo para llamar al ascensor. Las miradas de la gente se detenían en ellas, y los susurros abundaban. La atención comenzaba a molestarle.

- No es momento para eso, Lena. Hay que salir de aquí para volver con Lyla y... ¡JODER!

Lena se detuvo en seco, sobresaltada. Kara se llevó las manos a la cabeza, sus ojos se dilataron.

- ¿Y a ti qué te pasa?

- ¡Estela! Me la he dejado allí...— Kara se apoyó contra la pared con las manos en el rostro.

- ¿Qué quieres decir con que te la has dejado?

Kara le explicó que fue Estela quien la guió hasta el planeta donde residía Ramagena.

Lena soltó el aire y se cruzó de brazos, seria.

- ¿Cómo pudiste olvidarla?- dijo a pesar de que percibía su culpabilidad.

- Fue todo muy rápido, y luego tú me trajiste, y la confusión y... - suspiró- Le había pedido que me esperase escondida detrás de unas rocas. Podría seguir allí- dijo esperanzada-. Tengo que regresar.

- ¿Qué es eso de "tengo"?— Lena ladeó la cabeza—. "Tenemos" suena más acorde.

- Fue mi culpa.

- No, Kara. Solo me seguiste, y no me extraña, porque yo habría hecho exactamente...

El ascensor soltó el pitido que anunciaba su llegada, y cuando las puertas se abrieron, Kara se vio reflejada en la confusión de un rostro igual al suyo.

Su otro yo intercaló su mirada entre ambas, asaltado por una mezcla de susto y urgencia. Se puso en guardia, tensó todo el cuerpo como si pretendiese atacarla.

Nuevos comienzos-  II Parte (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora