Cap XXII

56 8 0
                                    

El gran consejo de la Liga se reunió en tres ocasiones distintas tratando de amortiguar los efectos de la filtración de imágenes de Estela, pero por más decisiones que tomasen, parecían tener un gran muro en frente contra el que era inevitable chocar una y otra vez, y ese muro era Lyla. Todos, desde Cat hasta el último soldado de Eratris, sabían que no era posible obrar en contra de Estela sin repercutir en el ánimo de la familia más poderosa de todas. Eso generaba no solamente un ambiente de incomodidad, sino una inmovilidad que comenzaba a despertar la ansiedad de los dirigentes más destacados de los planetas. 

Lyla no comía ni dormía bien. Shera trataba de seguirla como una sombra e intentar mejorar su situación, pero también tenía sus deberes y responsabilidades para con su planeta, cuyos monarcas comenzaban a inquietarse más y más a medida que transcurrían los días. 

Lena y Kara pasaban cada tanto por el laboratorio y hablaban con su hija, pero parecían estar también consternadas y dubitativas respecto al asunto de Estela. Mientras la joven dormía plácidamente conectada en el laboratorio de inteligencia, un verdadero revuelo desplegaba sus alas en el universo debido a ella. 

Lena habría deseado poder determinar el sentir de Lyla, pero sus emociones resultaban tan nuevas, ambiguas e intrincadas, que ni siquiera con una lectura ajena era posible desenmarañarlas. 

- Debemos tomar una decisión - decía a diario -. Nadie podrá dormir bien hasta que lo hagamos. 

- No es una decisión que podamos tomar solo nosotras - insistía Kara-. Si queremos deshacernos de ella, como desea la mayoría, tendremos que ir en contra de Lyla. Y si despertamos a Estela esperando que todo marche bien...- en ese punto suspiraba y bajaba los hombros. Ambas sabían que esa era la alternativa que les quedaría, pero conllevaba un riesgo que no estaban seguras de querer tomar. 

- Lyla se está tardando, pero irá por ese segundo camino - Lena, que esa mañana se había levantado muy temprano e ido al castillo para serenar a varios diplomáticos impertinentes junto a Cat, estaba demasiado cansada de ir y venir sobre lo mismo, tanto en su cabeza como al defender su postura ante el resto. Todos los focos consultaban lo mismo, todas las opiniones guardadas en los fuegos eternos de los demás se le venían de a oleadas y  no podía hacer otra cosa que escucharlas para confirmar una y otra vez lo tensa que era la situación -. Lo verdaderamente preocupante es lo que sucederá cuando lo haga. 

- ¿Crees que ella lo haga? - Kara hizo la pregunta en voz baja, insegura, porque para sus adentros opinaba lo mismo. Ninguna de las dos sabía por qué su hija se estaba conteniendo a la hora de despertar a Estela. Todos los análisis, todas las pruebas que le habían hecho, eran irrelevantes, solo les confirmaban lo que ya habían visto con sus propios ojos: ese cuerpo ya no era humano, pero la conciencia, el fuego de Estela, parecían ser los mismos en una primera lectura. Debería estar despierta para que Lena y Lyla pudiesen confirmarlo.

- Ella misma sabe que va a hacerlo, y el hecho de que aún no haya tomado las riendas puede tener que ver con que teme lo mismo que todos los demás, y recuerda a Neriza con demasiado miedo como para hacer lo que se le plazca. 

- O - expuso Kara - no quiere que se le enreden las cosas. 

 Lena la miró desde su asiento. Estaban tomando el té después de haber almorzado. Un suave y cálido sol ingresaba por el ventanal de su cuarto, acariciando su cabello oscuro y su piel, e iluminando y cambiando de tonalidad su ojo derecho. 

- ¿Hablas del asunto con Shera? Es en todo caso inevitable. No creo que lo esté retrasando por eso. 

- Quién sabe - Kara se encogió de hombros. De todas maneras, no le placía seguir discutiendo por lo mismo. 

Nuevos comienzos-  II Parte (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora