𝐸𝑛𝑙𝑎𝑧𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑉𝑖𝑑𝑎𝑠

Capítulo 9

Sakura:

Estoy muy nerviosa y conmocionada, sentir sus brazos en mi espalda, su olor masculino tan cerca de mi mareando mis sentidos y mi corazón latiendo como loco es indicio de que no solo lo extrañe.

—Estas tan hermosa—susurra alejándose un poco de mí—. Ven siéntate, espero que la cena sea de tu agrado.

Me ayuda a sentarme como todo un caballero, el camarero está en espera de nuestra orden, veo a Shaoran con detenimiento y solo ha pasado un año, pero es como si hubiera sido una eternidad. Siento mis mejillas rosadas y él me mira con tanta ternura.

—Que deseas cenar—me dice a lo que parpadeo rápidamente.

—¿Ehhh?—su sonrisa me sonroja, por estar mirándolo como tonta es que no escuché lo que me dijo—. Lo siento.

—No importa, que tal si comemos una pasta con salsa de tomate y albahaca—solo con oír eso mi estómago hace un ruido que me pone peor, él lo escuchó y ¡Dios! quiero que la tierra se abra y me entierre—. Tú estómago me dijo que si.

—Es que salí de casa con el tiempo justo y bueno…

—Está bien, yo también tengo hambre—le entrega la carta al camarero—. Traiganos el mejor vino de la casa.

—No es necesario, no tomo—solo con escuchar alcohol me pongo pálida—. No soy buena tomando.

—Será por nuestro reencuentro, además es un vino muy dulce, te va a gustar—me doy cuenta que estoy siendo muy grosera poniendo pretextos, si Haruka estuviese acá me fulminaba con la mirada—. No puedo creer que ha pasado un año desde la última vez que nos vimos.

—Si para mí también, pensé que...—me quedé muda por un momento, él está a la espera de que termine lo que empecé—. Pensé que no volverías.

—Nunca pasó eso por mí mente, las cosas se complicaron en la empresa de mi madre, casi se va a la quiebra—oír eso me pone muy mal—. Tuve que hacerme cargo de mi empresa y la de ella ya que por eso cayó enferma.

—Cuanto lo siento—le digo con sinceridad—¿Está bien ahora?

—Ya lo está solo que…—calla abruptamente—. Nada olvídalo.

Me siento un poco incómoda, siento que ha querido decirme sobre su compromiso, y solo con pensarlo siento una opresión en el pecho así como un vuelco en el estómago. Nuestra cena llega y nos disponemos a comer, pero en todo el tiempo Shaoran no ha dejado de mirarme en ningún momento, y eso en el fondo me ponía tan nerviosa, tanto que temblaba y rogaba que pueda comportarme y no sacar a flote mis emociones.

—¿Y cómo está Liang?—cambiar de tema me hace suspirar internamente—. Ya estará caminando¿Verdad?

—Si, y estoy tan emocionada hasta ahora—hablar de mi hija ilumina mi corazón y mis ojos, soy tan abierta en esa parte que él me ve con tanta ternura—. Incluso ya balbucea algunas cosas.

—Me encantaría verla—me dice con su bella sonrisa—. Te invito a la feria mañana, bueno las invito.

—Me encantaría—eso lo hace sonreír mucho más.

Terminamos de cenar, me ayuda a levantarme y salimos del restaurante, afuera la noche es preciosa, una bella luna junto con las estrellas sol un espectáculo mágico, un auto está esperando, me ayuda a subir para luego él suba a la parte del piloto. Sus ojos están más brillantes y dorados, me dan tantas ganas de tocar su rostro pero se que no es correcto y sería algo atrevido.

—Aún es un poco temprano¿Damos una vuelta por el lugar?—me pregunta dulcemente.

—Está bien—conduce el auto, mientras vamos por las calles de Tomoeda, siento constantemente su mirada en mí, mi corazón está latiendo como loco, el espacio es tan pequeño que estoy segura que escucha con claridad.