Capítulo 34

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Shaoran:

Al fin estoy en el hospital, tengo tanta confianza en que el antídoto que han hecho para el señor Kinomoto sea un éxito total, no puedo negar que me siento nervioso pero compensa más mis ansias de verlo despierto nuevamente. Además tiene que decirme qué fue lo que pasó en realidad para que se haya desmayado.

Mi subordinado que se quedó cerca de la mansión Kinomoto me dijo que el infeliz de Kinomoto hijo ha huido como una rata, lo hizo en la noche casi en la madrugada y nadie sabe nada de su paradero. Le pedí que no se meta y que la policía está vez se encargue.

En la unidad de cuidados intensivos encontré al doctor Kuro que al verme sonrió, me dijo que sólo esperaban mi llegada para aplicar la medicina en el señor Kinomoto. Cuando estábamos llegando a la ventana de cristal ví algo que llamó mi atención. Era una mujer de cabellos grises y un porte muy bien definido.

Está de perfil por ello no puedo ver sus ojos, está mirando detenidamente al señor Kinomoto que sigue sin moverse, miré al doctor y solo me dijo que desde hace varios días llega un momento a verlo y luego se retira. Han intentado saber quién es pero así como aparece desaparece sin que puedan abordarla.

—Se le ve muy triste cada que lo ve—me comenta el médico mirándola—. En todos estos años de conocer a Fujitaka siempre he sabido que jamás amó a su esposa.

Eso me sorprendió mucho, se refiere a la madre de Kinomoto hijo, entonces probablemente el resentimiento viene desde ese punto. Pero no puedo sacar conjeturas mientras no sepa a fondo sobre la vida privada de Fujitaka Kinomoto. Recuerdo esa noche de la fiesta de cóctel que salió desesperado del área de servicio y cuando fue a la calle a buscar a alguien.

¿Será está mujer la que buscaba?

La veo mejor y está con ropa sencilla, un bolso de lona, pero lo que me llama la atención es su cabellera gris, fuera de lo común en muchas mujeres. Levanta su mano hacia su rostro para borrar lágrimas, ella no nota nuestra presencia y sigue sin dejar de mirar al señor Kinomoto.

Tenía que acercarme y saber quién es. Pero cuando me estoy acercando giró hacia mí y lo que veo me dejó en shock. Sus ojos, esos ojos son idénticos a los de la mujer que amo. Ella al verme está muy pálida y retrocede como si temiera algo.

—¡Espere por favor!—cuando le pedí eso estaba corriendo por todo el corredor de la unidad de cuidados intensivos, me sentí impotente al irse, el médico se acercó y me dijo que esto es lo mismo de todos los días.

—Algunas enfermeras han intentado saber su identidad pero siempre se va o huye—apreté los labios con fuerza, además solo con verla sentí que había visto a Sakura¿Será lo que estoy pensando?

—Doctor, proceda con la medicina para el señor Kinomoto, tengo algo urgente que hacer?

•••••

Nadeshiko estaba tan asustada que corrió tanto para no ser alcanzada. Cuando vio a Shaoran pensó que tal vez sería algún pariente de Fujitaka y no está dispuesta a que se revele su pasado con él. Solo quiere verlo bien otra vez para poder estar tranquila y no tener ese nudo en la garganta que la aqueja desde el momento que lo vio conectado a tantas máquinas.

Llegó a la avenida para tomar el autobús de regreso a casa de Eizan, está será la última vez que viene a verlo, presiente que la próxima vez no podrá escapar y no podrá tampoco explicar porque ha estado de él tan cerca todo el tiempo.

Llegó y Damián la recibió con mucho cariño. Desde que él y su madre han llegado ha tenido la ansiedad de saber sobre el paradero de su hija y su nieto o nieta. Cada vez que ve a ese pequeño niño no evita recordar al bebé que Sakura esperaba y por culpa de la desesperación hizo que se fuera de su lado.

𝐸𝑛𝑙𝑎𝑧𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑉𝑖𝑑𝑎𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora