Capítulo 40

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Shaoran:

Cuando Eriol llegó a verme como se lo pedí estaba decidido a pedirle que me diga todo lo que ha pasado en estos tres años que he olvidado por completo. Algo muy dentro de mí me grita que he olvidado algo valioso y especial para mí.

Siendo mi mejor amigo es que debe tener esos datos, no entiendo porque de la noche a la mañana se ha alejado un poco de mi y de nuestra amistad. Además he intentado comunicarme con Meiling y tampoco he obtenido respuesta. Según los empleados que trabajan con ella desde que llegó ha estado concentrada en su trabajo y entra y sale en sus horarios normales. Eso quiere decir que no se está quedando horas extras como me lo dijo la última vez que hablamos.

La sentí tensa y nerviosa, algo extraño en ella, las alarmas de mi intuición me indican que mi madre tiene mucho que ver en todo esto. Sabedora de que esos dos son las personas mas confiables para mí es muy probable que los haya espantado de mi lado con pretextos y hasta amenazas. Pero no puedo actuar y tomar cartas en el asunto hasta estar seguro y con pruebas en mano.

La presencia de Miyari también es un misterio muy extraño, no lo hago notar pero su cercanía me causa recelo y molestia. Siento una opresión en el pecho cada que está cerca de mi o se acerca demasiado. No voy a poder continuar así con ella, conociéndome en cualquier momento la pondré en su lugar y no seré nada considerado y agradable.

Baje del auto y estamos frente a frente, sus ojos azules debajo de esos lentes de botella me miran con serenidad pero lo conozco por muchos años, debajo de ese rostro hay algo que me quiere decir. Se enderezó y con la misma posición me pregunto porque lo llamé.

—Solo quiero a mi mejor amigo a mi lado, creo que has olvidado mi cumpleaños porque no te vi en la fiesta—respondí herido, todos los años cuando es mi cumpleaños él, Mei y yo nos íbamos a cenar y luego a tomar unos tragos escuchando buena música en algún bar de Hong Kong—. Desde que perdí la memoria te he sentido extraño.

—Son ideas tuyas—me respondió de manera inmediata—. Llegué a la fiesta pero ya no estabas en el salón principal, además si llegue tarde es por algunos asuntos que estuve resolviendo.

Su manera de hablarme no es la de él, además no veo su chispa de burla y picardía en nuestras conversaciones. Definitivamente hay algo que me ocultan y no voy a descansar hasta saberlo.

—Entonces aceptame un trago, quiero brindar contigo por este día, no todos los días cumplo veintiséis años—pedí de manera tranquila pero por dentro muy ansioso—. Vamos a la casa, Miyari y mi madre por lo visto se quedarán hasta que el último invitado se vaya.

—Me gustaría aceptar tu invitación pero…—antes que termine de hablar oímos pasos acercándose a nosotros, ambos giramos y veo a una joven de cabellos negros y ojos grises, mi cabeza empezó a dolerme, siento que Eriol me ayuda pero yo vuelvo a verla a ella que me ve con cautela—¿Te encuentras bien?

—Si—respondí moviendo la cabeza disipando el dolor sordo—¿Quién eres tú?

—Soy Haruka Matsumoto—se presentó y tengo la sensación de que la conozco—. Siento mucho interrumpir pero quiero saber si vas a llevarme a casa o me regreso sola, Eriol.

Eso me sorprendió mucho, la mirada que le da a esa joven es diferente y especial, es como si mi mejor amigo:

Estuviera profundamente enamorado.

—Lo siento—le respondió rascándose la cabeza—. No puedo permitir que te vayas sola a estas horas de la noche, además tu madre y Sakura estarán preocupadas.

—¿Sakura?—pregunte sin controlar mis emociones—¿Es tu hermana?

—Si lo es, aunque no de sangre—respondió esa joven que me mira con cautela, tal vez tenga preocupación que me pase algo mucho más grave—. Una gran disculpa por lo acontecido hace rato en el salón joven Li, mi amiga no es una persona así, es todo lo contrario.

𝐸𝑛𝑙𝑎𝑧𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑉𝑖𝑑𝑎𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora