Capítulo 10

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Shaoran:

Después de mudarme de habitación y amenazar a los empleados sobre brindar información a esa mujer sobre mi, me decido a descansar. Pero todo lo que ha acontecido con Sakura no me ha sido posible.

Saber que casi estuve por declararle mis sentimientos para luego quedarme como un tonto han mermado mi confianza. Ahora no sé si deba buscar una nueva oportunidad para hacerlo.

En toda la noche no me quité su rostro de mi cabeza, sus ojos verdes que me traen cada vez más enamorado y su delicioso olor a fresas son lo más bonito que me ha pasado.

Al final di tantas vueltas en la cama que no me di cuenta a que hora me levanté. Pero lo que sí tuve claro fue que ese día ella y yo estaríamos juntos sin que nadie nos moleste. Con esa decisión es que salí de mi habitación para buscarla y llevarla a pasear y conversar.

Cuando salgo del ascensor y al verla sentí mi corazón palpitar con mucha fuerza, ella se avergüenza y la entiendo, la gente es tan inoportuna y metiche que hasta pueden incomodarla.

—Buenos días—me saluda con respeto—¿Se le ofrece algo?

—Se me ofrece tu presencia—eso le sonroja y pasa saliva—. Sakura quiero que vengas conmigo.

—Disculpe pero estoy trabajando y…

—Ahora lo arreglo—saco mi móvil y sin dejar de mirarla llamo al gerente del hotel dejándole pasmada—. Ya está, firma tu salida y vámonos juntos.

Sin decirle algo más salgo hacia la salida con la intención de esperarla, pero pasa mucho tiempo y no sale, decidido regreso a ver qué está pasando cuando una multitud de gente está alrededor de la isla de admisión, cuando me voy acercando veo algo que me llena de furia.

Tomoyo la está maltratando, Sakura se está agarrando la mejilla y sus ojos están casi llorosos, mucha gente ve todo con desaprobación algunos y desprecio hacia Sakura, escucho que Tomoyo le grita que es una robanovios y muchas sarta de absurdos y mentiras.

Está por golpearla nuevamente cuando rápidamente la tomo de la muñeca dejándola aturdida y petrificada. Mis ojos están llenos de furia y ella está queriendo soltarse pero la aprieto con más furia.

—¡Tú la tocas, te juro que me vas a conocer!—todo el mundo está callado, mis ojos son llamas ardientes que están por quemarla viva—. Te lo advierto, no hagas que me olvidé que eres mujer, Tomoyo.

—Por favor—ruega Sakura—. Todos nos están viendo.

Veo a mi alrededor y la gente está murmurando y otros miran con desprecio a Sakura, Tomoyo se suelta y me mira con los ojos llorosos, algo que me pone un poco aturdido pero luego me compongo, la conozco y está actuando para tener la lástima de la gente.

—¿Se dan cuenta? Por culpa de esta asquerosa es que mi prometido quiere anular todo y no darme mi lugar—mi ira crece más y en sus ojos veo un brillo malicioso con una sonrisa malévola—¡Estoy acá solo para defender lo que es mío!

—Debe de darles vergüenza hacerle este daño a la joven acá presente, tú en especial—señala a Sakura una mujer mayor—. Respeta a los hombres de otra y deja de estar de arrastrada y tú—me señala—¡Deja de andar de zorro mujeriego!

—¡Callese usted no sabe nada!—le grito, es mayor y debería de tener mi respeto pero enoja demasiado cuando la gente se pone a opinar y hablar de un tema que no saben—¡Hago público que está mujer y yo no somos nada!

Los murmullos siguen con más fuerza, ya no estoy dispuesto a soportarlo más, me acerco a Sakura y tomo su mano, intenta soltarse pero la aprieto más. Tomoyo está furiosa y me importa muy poco.

𝐸𝑛𝑙𝑎𝑧𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑉𝑖𝑑𝑎𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora