Capítulo 31

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Cuando el empleado llegó a la cocina había otros empleados conversando sobre la situación que envuelve a la gran familia Kinomoto. Para nadie es un secreto todo lo que en esos días se está suscitando ahí. Además la actitud e indolencia de Touya hacia su padre tampoco era un secreto.

Algunos empleados por no decir la mayoría tienen pensamientos negativos hacia Kinomoto hijo por ser tan frío con su padre. Los antiguos empleados que están ahí desde que Aurea Kinomoto aún vivía siempre han visto los roces y choques temperamentales de padre e hijo. Pero jamás han hecho comentarios acerca de ello.

Lo que nadie tampoco se ha dado cuenta es que un empleado está observando todos los movimientos de cada uno así como de Touya y de Tomoyo. Casi todos los días entran y salen empleados temporales en la gran mansión, está persona se las ha ingeniado para poder ingresar y ha logrado el objetivo.

Con el pretexto de sacar la basura es que sale de la mansión, eso para los demás empleados no fue nada anormal. Cuando el hombre estuvo fuera volvió a su punto de inicio y sin ser visto hizo una llamada. Al otro lado de la línea la persona que ha recepcionado la llamada le pide con urgencia reunirse con él a lo que el empleado asiente. Miro una vez más a la gran mansión y con sus lentes oscuros es que subió a un auto que estaba detrás del lugar y se fue sin ser visto.

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Shaoran:

Desde que llegamos no hay mejoras en la condición del señor Kinomoto, algo que me tiene tenso y preocupado. Eriol lo ha notado y me ha pedido que me mantenga pétreo, algo imposible porque este hombre se ha convertido en alguien muy importante para mí.

Más ahora con la llamada de la persona que ha logrado ingresar a la casa, estoy seguro que viene con algo importante en las manos. En ese momento el médico Kuro sale de la habitación pero su rostro significa lo mismo.

No hay cambios ni mejoras.

—He pedido que los médicos de medicina tradicional china y japonesa nos apoyen, en las condiciones del señor Kinomoto puede ser que haya ingerido o bebido alguna sustancia desconocida—esa es mi teoría pero mientras mi subordinado no llegue no puedo decir nada—. En este país hay muchas sustancias prohibidas que se usan deliberadamente para muchos objetivos.

—Doctor si así fuera el caso estamos frente a un posible asesinato—Eriol con la seriedad que lo caracteriza habló esta vez—. Si eso se confirma entonces todos los que viven en la mansión Kinomoto tienen que ser investigados.

Antes que el médico responda mi subordinado está llegando, nos reverencia a todos y de su bolsillo sacó una bolsa de plástico donde un sobre roto hace su aparición. Me alcanzó unos guantes quirúrgicos para tocarlo, todo a vista y paciencia del médico que está algo atónito.

—Este pequeño sobre fue encontrado en la habitación del señor Kinomoto mientras se hacía la limpieza, como ve está abierto y no tiene un nombre específico—comentó mi subordinado dando su reporte.

—Doctor¿Será posible que esté sobre sea analizado en el laboratorio de este hospital?—pregunte de manera muy seria—. Por los gastos no se preocupe.

—Tanto como yo, también quiero saber qué es lo que Fujitaka tiene y si está pista es la clave entonces en este momento pediré que lo analicen—asentí de manera inmediata.

Cuando el médico se llevó la única pista que ahora tenemos mire a mi subordinado y le pedí que me diga que está pasando con Kinomoto hijo. Además de Tomoyo y el resto de empleados.

—El joven Kinomoto desde que se llevaron a su padre está ausente de la mansión, la señorita Daidouji todo el tiempo está nerviosa y pálida y el resto de empleados no dejan de cotillear sobre esto—respondió de manera inmediata.

𝐸𝑛𝑙𝑎𝑧𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑉𝑖𝑑𝑎𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora