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La alarma sonó a las seis de la mañana en punto, logrando despertar a un pequeño omega de mechones oscuros y a un lobito blanco

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La alarma sonó a las seis de la mañana en punto, logrando despertar a un pequeño omega de mechones oscuros y a un lobito blanco. Young Saeng tallo su ojito con su puñito para espantar al sueño de su sistema, mientras su lobito se removía inquieto dentro de su pecho y bostezaba en el proceso.

Dio un largo bostezo antes de sacar sus piecitos fuera de la cama, y su lobito agitó la cola contento porque hoy irían al hospital a visitar al bonito alfa que atropellaron.

"¿Porqué estás tan feliz?" Le preguntó Young Saeng a su lobo.

«Porque alfa es bonito…Y él nos puede cuidar del alfa malo» El comentario de su lobo hizo sonreír más animado a Young Saeng.

Inmediatamente se dio la vuelta de completo al recordarse de algo, pero al notar que de verdad durmió solito durante toda la noche se sintió libre por primera vez. Pues a YunHo le gustaba dormir abrazándolo ó asfixiandolo, como si tuviera miedo de perderlo. Era demasiado sofocante tener que aguantarlo.

Young Saeng más animado y con una sonrisa de oreja a oreja se dirigió al cuarto de baño para tomar una ducha rápida. Bueno anoche antes de que ocurriera lo ocurrido, se bañó hasta las orejas y pestañas.

Salió del baño después de unos quince minutos con una toalla alrededor de su cabeza y una bata de color blanco cubriendo su desnudez, y con esa misma sonrisa dibujado en su rostro. Hoy no dejaría que nada ni nadie borrara esa encantadora sonrisa que tenía en el rostro.

Se veía más reluciente, animado y feliz. Aunque por el momento no entendía porque estaba así; tan feliz, con su lobito que se mostraba de igual manera que él, gimoteando de aquí para allá con auténtica euforia de felicidad. Tanto que liberó con más intensidad sus feromonas llegando a perfumar toda la habitación.

El ambiente era un auténtico campo de flores de lavanda con toquesitos dulces de gomitas de durazno. Cualquier alfa que olfatearia en este instante las exquisitas feromonas del omega, caería rendido a sus pies. Y pidiendo de rodillas reclamar por el omega.

No podía hacerlo libremente cuando YunHo estaba presente, por el miedo y aspaviento que le tiene a este. No quería que el alfa con el que se casó a la fuerza, tuviera el privilegio de estar oliendolo el cuello a cada rato. Con lo que a las justas lo aguanta y lo soporta.

Young Saeng sacó de su armario una ropa muy cómoda, como iría al hospital nada más no necesitaba ir tan elegante, así que se los puso a una velocidad increíble. Consistía en un pantalón buzo de color negro, una camiseta blanca, una sudadera con capucha del mismo color del pantalón.

Camino hasta su espejo y se miró frente a él, notando que tenía un leve moretón en la mejilla izquierda por el fuerte golpe que recibió el día de ayer. Afortunadamente nadie notó el golpe que le dio YunHo. Ya que si reclamaba lo más seguro es que su esposo termine teniendo la razón de porque lo golpeó. Así que no tenía sentido reclamar.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora