¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse]

💧;013

2/2

|Tiempo después

Cuando Young Saeng fue dado de alta del hospital y regresó a su casa junto a su padre, ya no fue el mismo niño alegre, juguetón y extrovertido de siempre. Su comportamiento cambió a uno más temeroso y retraído, constantemente sufría de espasmos y convulsiones debido a lo ocurrido. Se desmayada hasta con la cercanía de un alfa, creyendo que este quería hacerle daño a pesar que el alfa no tenía intenciones de hacerle algo malo, sin embargo no podía evitar sentir miedo.

El Sr. Heo tuvo que despedir a varios de sus empleados alfas pensando en el bienestar de su hijo y para que este estuviera tranquilo. Young Saeng no soportaba estar cerca de un alfa, su subconsciente a cada rato le traicionaba diciéndole que todos los alfas que se le acercaban querían hacerle daño. El dormir le parecía un martirio y hasta una pesadilla; pues en sus sueños veía a esos cinco alfas como mountruos y sombras oscuras que venían hacerle daño, por lo cual todas las noches se despertaba gritando y llorando haciendo alarmar a todos los sirvientes que vivían en su casa y a su padre, y a su madre poco le importaba sus gritos llenos de terror. A pesar de la indiferencia y el poco trato que recibía de su madre, jamás logró ver el rostro de sus atacantes en medio de sus sueños. Todo era muy borroso y confuso para él cuando despertaba.

Su padre lo llevó a varias sesiones de terapia por tres largos años con los mejores psicólogos que le ayudarían a tratar de olvidar todo lo ocurrido, pero jamás pudo borrar de su memoria aquella tragedia que marcó su vida para siempre. Se alejó del mundo y de todos y hasta dejó la escuela para que nadie lo viera con lástima y pena a causa de su desdicha. Recibió la educación a través de una enseñanza abierta con maestros privados que contrató su padre y todos eran omegas. Siguió con su vida normal, teniendo siempre presente el día que le fue arrebatado su inocencia y pureza de la forma más horrible y siniestra.

Cuando llegó a la edad de veinte años, su padre le dijo que debía seguir con su vida como un beta inexistente para su mundo en los que estos seres no existían por lo tan tardío que era al presentarse como un alfa u omega a esa edad; pero su presentación lo sorprendió junto a su primer celo, el lobo ya no podía seguir aplazando su presentación de lo que su humano y él serían, un omega.

—Es un inútil omega. —Renego JiEun decepcionada de su hijo al verlo retorciendose en la cama por los dolores intensos que violentaban su vientre hinchado a causa de su primer celo. —Ni siquiera sirve para ocultar su vergüenza y deshonra de lo que ocurrió hace años. —Ella confiaba que Young Saeng se presentara como alfa para tapar su deshonra de lo que le ocurrió cuando apenas era un cachorro.

—¿Cómo puedes hablar así? —Regaño JoonGi a su esposa por las palabras tan duras, hirientes y crueles que esta escupió de su boca. Si JiEun habría la boca era solo para soltar su veneno. —¡Sal de la habitación de mi hijo! Yo mismo cuidaré de él. —JoonGi agarró el vaso de agua y una pastilla supresora, y le dio de tomar a su hijo.