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—¡No vuelva a acercarse a mi pareja, Señora! —demandó el alfa saboreando la rabia e ira contenida en la punta de la lengua.

La elegante mujer le miró con total desinterés e indiferencia ante sus fútiles reclamos, ubicando su vista después en sus propias manos muy bien cuidadas, no le cabía en la cabeza que alguien como Young Saeng calificado como un omega inútil, haya llamado la atención de alguien como Hyun Joong. Que se ve recto, caballeroso y pulcro.

Un alfa apuesto y distinguido que podría tener a cualquier omega a sus pies. Pero no justamente tenía que ser Young Saeng; cuando tiene compromisos adquiridos.

La cafetería en donde se encontraba el alfa y la madre de Young Saeng, se tiñó de las feromonas del alfa con auténtico enojo y furia al sentirse excluido ante la displicencia despreocupada que expresaba la mujer con él, Hyun Joong tuvo que apretar la mandíbula con fuerza reprimiendo las ganas de no lanzarse encima de la mujer y terminar dejándola hecho polvo por lo que había hecho. Y la prueba de ello, era que tenía las manos hechas puños debajo de la mesa y los nudillos de sus dedos en un tono blanquecino debido a la presión ejercida.

Algunas de las pocas personas presentes que se encontraban disfrutando tranquilamente de un delicioso bocadillo en aquel lugar, bajaron la cabeza en sumisión al sentir en el aire el aroma de aquel alfa teñidos de enojo y furia, indirectamente el joven alfa los había doblegado con su sola presencia.

—Escúchame bien, Señora…Y agradezca que la siga llamando así, aunque no se lo merezca, sin embargo…lo hago por que es la madre de mi omega. —silabeo las palabras con la mandíbula tensa; su lobo estaba rasguñando impaciente dentro de su pecho tratando de salir por las buenas o por las malas mientras gruñia furioso, queriendo lanzarse encima de la alfa y descuartizarla por lo que le había hecho a su omega.

No obstante, el comportamiento inquieto e impulsivo de su lobo le estaba dificultando las cosas, le resultaba demasiado imposible enfrentarse así a la mujer cuando en su interior era una turbulencia de caos; él enojado y su lobo también, en cualquier momento terminaría perdiendo el control y eso es lo que menos quería; un enfrentamiento con la madre de su omega.

Suspirando aún intranquilo por la situación trató de mantener la calma, retomando de nuevo la platica tensa que mantenía con la mujer. —Young Saeng es mi pareja, y lo protegeré de quien sea…incluso de usted. ¡Así que dejalo tranquilo! —gruñó molesto.

JiEun sonrió incómoda ante el comportamiento atrevido que manifestó el joven alfa con ella, le había faltado el respeto, y no pudo evitar compararlo con YunHo, porque su aún yerno jamás le había faltado el respeto. Sin duda alguna, YunHo debía seguir ocupando su lugar como el esposo de Young Saeng, y no Hyun Joong.

—Muchachito insolente, ¡¿cómo se atreve a faltarme el respeto?! —gruñó molesta.

—No hable de respetos señora cuando usted misma atacó a mi pareja…Se metió con la persona equivocada señora. ¡Mi pareja! —remarcó las dos últimas palabras con orgullo, consiguiendo una mirada desdeñosa y hostil de parte de la alfa. —¡Yo no le tengo miedo señora, pero enfrentense conmigo y no con Young Saeng! —Por supuesto que no se iba a dejar intimidar por la madre de su omega que poseía el alma podrido y el corazón más duro que una roca. Jamás se doblegaria ante ella, ni estando al borde de la muerte.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora