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Aprovechando el silencio fantasmal de la casa por la servidumbre que ya se encontraba descansando por la hora tan tardía que era y la ausencia de JoonGi ya que este había ido a la compañía a buscar unos documentos importantes y aún no regresaba, J...

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Aprovechando el silencio fantasmal de la casa por la servidumbre que ya se encontraba descansando por la hora tan tardía que era y la ausencia de JoonGi ya que este había ido a la compañía a buscar unos documentos importantes y aún no regresaba, JiEun entró sigilosamente a la recámara de su esposo.

Como desde hace bastante tiempo había dejado de compartir la misma habitación que JoonGi, es decir, desde hace meses y solo la visitaba cada cierto tiempo, la pieza estaba limpia y ordenada como siempre, con cada objeto en su respectivo lugar. Y destilando de cada pequeño espacio el delicioso aroma del que alguna vez consideró su alfa y al que amó con todo su ser, ahora sólo quedan magulladuras de ese amor y el resentimiento en él.

—Parece que el medicamento, está surgiendo efecto. —sonrió orgullosa observando el pañuelo manchado de sangre que estaba en el cesto de basura al lado de la cama. —Ay JoonGi, si hubieras sido un buen alfa, jamas me habrías obligado hacer esto. ¡Pobre de tu hijo, si te mueres! —rió.

Agarró un pequeño portamedicamentos de color transparente que JoonGi utilizaba para guardar sus pastillas y las cambio por otras exactamente iguales, con la diferencia que estas están hechas con el veneno de una flor que te va matando lentamente. Y lo volvió a poner en su lugar, en la mesita de noche.

—De qué sirvió casarme y embarazarme de ti, si Young Saeng resultó ser un inútil omega. —le habló a la fotografía del portaretrato de su boda con JoonGi.

En esa fotografía ella y JoonGi estaban abrazados y sonriendo muy felices, parecían una hermosa pareja que se amaban mucho y daban la impresión de que jamás se les acabaría el amor, ¿pero porqué cambió tanto?, ¿qué fue lo que pasó?, ¿y porque ahora repudiaba a JoonGi y rechazaba a Young Saeng, al propio ser de sus entrañas?

—Madre, ¿que haces aquí? —La inesperada voz de su hijo la sobresaltó de inmediato y retrocedió un poco asustada pero no dándose a sospechar porque sino sería descubierta. Y disimuladamente escondió en medio de sus ropas las pastillas que había sacado del portamedicinas.

Sorpresivamente Young Saeng había irrumpido en la recámara de su padre al no verlo esta vez en la sala leyendo algún periódico como normalmente lo hacía, y le pareció extraño. Con esa angustia que inesperadamente violentó su interior parecido a una daga apuñalandolo, se encaminó hacia la habitación de su padre, pero no contaba con encontrar a su madre ahí. Lo cual le parecía sospechoso.

—¿Estas son horas de llegar jovencito? —le regaño a su hijo mirando el reloj de la pared que marcaban más de las doce de la noche. De alguna manera quería distraerlo para evitar las interrogantes de su hijo, ya que este le miraba extraño y con una ceja alzada. —¿Y que te hiciste en la frente?

—¿Porqué no le preguntas a YunHo? Total él es más tu hijo que yo. —Bufando enojado salió de la habitación de su padre, dejando a una alfa intrigada sabiendo que el menor tenía razón. Sin embargo ese golpe que tenía su hijo en la frente no se veía nada bien.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora