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Cuando JoonGi abrió la puerta de su casa, la preocupación y angustia que carcomian violentamente su ser logró desvanecerse como gotas de rocío después de ver a su hijo sin ningún rasguño y por fin pudo respirar tranquilo. Young Saeng venía bien acurrucadito como un dulce bebé de cuna en los brazos de Hyun Joong, quien lo protegía posesivamente bajo su poderoso amparo como un leona protegiendo a su cría. Haciéndose a un lado los dejó entrar a la casa.

—¿Porque Young Saeng viene con usted, Joven Kim? —la mujer preguntó confundida, mirando con desdén cierta escena impúdica.

Se suponía que su hijo regresaria a casa de la mano de YunHo, su esposo, no con un Young Saeng pegado como garrapata a Hyun Joong. Pero al notar una marca recién hecha y fresca en el cuello de su hijo, y apestando a alfa por todo lado su mirada se endureció.

No necesitaba ser sabia para no darse cuenta lo que ocurría, Young Saeng había sido reclamado por otro alfa estando casado.

¡Qué inmundicia! ¡Qué pecado! Fueron las siguientes palabras que cruzaron por la moral y culta mente de la alfa.

—¡¿QUE SIGNIFICA ÉSTO YOUNG SAENG?! —la mujer le grito furiosa a su hijo.

Hyun Joong deposito un dulce beso en la frente de Young Saeng al sentir que el grito furioso de la alfa estaba afectando a su pareja. Sin ser consciente su bonito omega había comenzado a liberar su dulce aroma teñidos de temor y miedo, alertandolo.

—En primer lugar…Buenos días Señora Heo. —le saludo educadamente a la mujer. Cual sea la situación en la que se encontrara, no podía olvidar sus buenos modales.

—¡Usted callese! —lo calló al joven alfa con un solo gruñido. Sin darse cuenta su instinto primitivo la estaba dominando de poco a poco. —¿No puedo creer lo que estoy viendo? ¡Ustedes dos amantes! —decía aquello como si fuera sacrilegio e inmoral.

—Puedes dejar la paranoia, JiEun…Esto tarde o temprano iba a suceder. —habló JoonGi con tranquilidad mirando a la ahora pareja cómo si al estar enlazados fuera lo más normal del mundo. Y por supuesto que lo era. —Tú más que nadie debes de saberlo que algún día Young Saeng se iba a enamorar de verdad y no precisamente de su esposo.

—¡¿Entonces lo sabias y no dijiste nada?! —le reclamó a su esposo, al saber que este no haría nada para solucionar esa situación. —¡¿Entonces no harás nada?! —gruñó enojada.

—¿Que quieres que haga? ¡¿Oh, sí?! Hyun Joong borra la marca que le hiciste a Young Saeng en el cuello, porque su culta madre se enojó. —dijo con auténtico sarcasmo.

—Nunca creí que Young Saeng se comportara de esa manera, como un adúltero…Eso no lo hace un señorito decente, sino un cualquiera. —escupió con veneno mortal.

—Señora… —advirtió Hyun Joong.

—¡¿Cómo pudiste hacer algo así, Young Saeng?! —el omega al escuchar su nombre se acurrucó más en el cuerpo de su alfa buscando protección. La voz de su madre se escuchaba verdaderamente enojada. —Y usted…¿No pudo buscar a otro omega para complacerse? —le dijo a Hyun Joong.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora