¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse]

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La apariencia de un YunHo temible y agresivo se repetía una y otra vez en su mente como grabadora descompuesta.

Cerraba los ojos con fuerza para tratar de sacar de su mente esa imagen tan monstruosa de su esposo, pero inconscientemente se encontraba mirándolo de nuevo por el recuerdo que invadía su mente de manera constante.

Su cuerpo se sacudió de una manera tan violenta y desproporcionada cuando un pequeño recuerdo doloroso surcó su mente con fuerza aplastante; comenzando a respirar de manera irregular, su corazón latir descontrolado y su cuerpo sufrir espasmos.

«Alfa malo» chillo el lobito.

Ahora que lo piensa con más calma, ¿porqué su lobito le llama a YunHo «alfa malo»? Jamás se había puesto a pensar detenidamente en eso, pero desde que se casó con YunHo, su lobito le comenzó a llamar a YunHo 'alfa malo'.

—Lobito, ¿tú recuerdas quien nos hizo daño? —le preguntó con cuidado a su omega presintiendo ya la respuesta que le daría, pero su lobito negó con la cabeza mientras lloraba desconsolado. —¿Estás seguro? —su lobito volvió a asentir con la cabeza asegurándole que no sabía nada.

Suspirando con pesar por no tener memoria de lo ocurrido aquel día, Young Saeng se hizo una pequeña bolita en la banca del parque.

Aunque su humano no supiera, él se llevó todos los recuerdos de aquel trágico día para que su humano no sufriera. Si su humano sufre, el también sufre. Y haría lo que sea para que ambos no sufrieran.

Así sea esconder los recuerdos de su humano en lo más recóndito de su ser.

Pero ahora que su humano y él se han enamorado de verdad por haber encontrado a su alfa destinado, tienen la mente más clara y lúcida y los recuerdos no tardarán en llegar como cintas fotográficas para sucumbirlos, sólo espera que su humano no sufra ó quede más traumado que antes cuando logre recordar todo.

La brisa gélida de la noche golpeó con fuerza arrasadora el frágil y delicado cuerpo del bonito omega haciéndole tiritar de frío, pero antes que protestara por el desafortunado clima, una manta fue dejado sobre sus hombros cubriendolo del frío.

—Hace mucho frío, jovencito… —le dijo un alfa con voz profunda y preocupada.

Sorprendido por el repentino gesto, Young Saeng rápidamente alzó la vista encontrándose con el conocido rostro del guardaespaldas de Hyun Joong que le miraba fijamente con preocupación.

Avergonzado bajó la vista, había hecho preocupar al Sr. Hwang y a Hyun Joong por sus actos descuidados. Si el Sr. Hwang está aquí, es obvio que Hyun Joong lo mandó.

Cuando salió corriendo del restaurante sin tomar un rumbo definido sólo pensaba en escapar del abusivo de su esposo, olvidándose por completo qué otros se preocuparían por él. Apenado, se encogió de hombros. Era un imán de problemas.