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Las pálidas mejillas del menor iban tomando un poco más de rubor, su apariencia desmejorada estaba siendo erradicada por los fuertes medicamentos y analgésicos que recibía.

No sabía con exactitud por cuánto tiempo había permanecido dormido e internado allí, pero ya comenzaba a aburrirle y fatigarle, más sintiendo esos intensos dolores musculares invadirle por todo el cuerpo, estar todo el tiempo acostado en una cama que no es la tuya te deja los músculos tensionados.

—Hyun…¿Pero que? —Unas fuertes cuerdas hechas de tela le impidieron levantar sus ambos brazos, se inspeccionó así mismo con la mirada dándose cuenta que estaba atado de pies y manos a la cama para que no se hiciera daño.

Los doctores lo amarraron por precaucion, por si el omega de nuevo tenía un momento de arrebato. Young Saeng no se veía como alguien que quisiera hacerse daño, sin embargo, a otros si se los haría cuando se trataba de defender su honor.

Su lobo era más fuerte que él, por ser un omega de linaje puro, aunque por el momento el bonito chico ignore que tiene a un fuerte lobo omega que lo ayuda, ya que el lobo fue el que atacó a los médicos cuando intentaban medicarlo creyendo que querían hacerle daño a él y a su humano.

—Que bueno que ya estás…mejor. —Comentó la enfermera, mientras terminaba de revisar los signos vitales del menor.

—¡Quitenme esto! —Señaló el menor indignado, tironeando furiosamente de esas cuerdas que le impedían moverse libremente.

—Por favor, no hagas movimientos bruscos, te puedes lastimar. —Mencionó la enfermera al ver cómo imprudentemente el omega trataba de quitarse esas cuerdas. Sin tomar en cuenta que las agujas podían incrustarse más profundo en su piel.

—¡Quitame! ¡Quitame! —Suplicaba el menor desesperado, mientras seguía tironeando con fuerza de esas cuerdas…irrompibles, tal vez, que no lo liberaban. —Hyun Joong ven…Alfa ven, por favor~ —Y comenzó a llorar al sentir que fue ignorado por su alfa, Hyun Joong no estaba a su lado cuando despertó.

—Por favor, trata de calmarte. —Decía la enfermera, tratando de tranquilizar al menor y ella a impacientarse después de escuchar que del monitor cardíaco empezó a mandar unos soniditos de alarma, avisando que los latidos del corazón del menor estaban alterados.

—¡Quitame! ¡Quitame! ¡No estoy loco! —Fue tanta su desesperación por querer liberarse de esas cuerdas que terminó por romperlas y sacarse las agujas de un solo tirón, dejando a la enfermera atónita y sin saber que hacer.

Young Saeng se levantó de la cama y sin importarle como estaba vestido, caminó hacia la puerta dispuesto a regresar a casa junto a su alfa, pero inesperadamente sucedió algo fortuito que no se lo esperaba, la puerta de la habitación fue abierta sutilmente por un joven omega de tez blanca pero hermosa; Hyung Jun al notar que no se trataba de la habitación que Jung Min le había señalado, la volvió a cerrar. Y cuando estaba por alejarse de aquella habitación, algo dentro de él le decía que debía quedarse, que debía quedarse para ayudar a ese bonito omega de mejillas grandes.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora