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— Tengo que ganarme el cariño de Hyung Jun… — Decía el señor JoonGi con firme decisión, al ver que Hyung Jun aún mostraba distancia con él

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— Tengo que ganarme el cariño de Hyung Jun… — Decía el señor JoonGi con firme decisión, al ver que Hyung Jun aún mostraba distancia con él. Apenas le hablaba, pero si le hablaba a Young Saeng, con el menor parecía tener confianza y llevarse bien.

Al menos por ahí no tenía nada de que preocuparse, le alegraba que sus ambos hijos ahora se llevaran bien.

— Tranquilo… Ya verá que Hyung Jun muy pronto lo llamara papá. — Hyun Joong levemente le apretó el hombro a su suegro en un claro gesto de darle ánimos, al verlo desconcertado y abatido porque su hijo mayor aún persistía en mantenerlo alejado.

— Eso es lo que más quiero… — Respondió el Sr. Heo con sinceridad, mientras acariciaba con ternura la dulce carita de su nietecito que se había quedado dormido encima suyo después de haber jugado con todos los juguetes nuevos que le había comprado.

— ¿Estarán bien si los dejamos solos por un rato? Es que quiero enseñarle a Hyung Jun hyung las instalaciones de la compañía. — Habló Young Saeng al momento de acercarse a ambos alfas que conversaban tranquilamente en la pequeña salita de la oficina.

— Claro, amor… No hay problema. — Dijo el alfa pelirrubio poniéndose de pie para dejar un casto beso en la mejilla esponjosita de su bonito omega y luego en la hermosa barriguita abultadita de este. — Cuida muy bien de tu appa, cachorrito… — Le terminó por hablar con cariño a la barriguita de su omega y antes de apartarse le dejó otro besito.

Young Saeng estaba con las mejillas completamente rojas y mirando con ternura a su alfa actuar de esa manera con él, pues Hyun Joong se veía muy galante y precioso consintiéndolo a él y a su hermoso bultito abdominal. Para nada mostraba ser un alfa territorial, rudo y salvaje como muchas veces escuchó llamarlo Jung Min. Y cuándo miró a su padre, el rubor le subió hasta las orejas, pues su progenitor le estaba mirando y sonriendo con cariño.

Y rápidamente ocultó su rostro sonrojado entre sus manos, luego de ver que Hyung Jun también le estaba mirando y sonriendo con cariño.

Parece ser que su hermano y su padre se habían empeñado en hacerlo sentir incómodo, hasta Hyun Joong, que no le había dejado de acariciar su barriguita redondita con una de sus manos.

Pero que bien se sentía ser el centro de atención por las personas amadas.

Y aunque el bonito serafín de mejillas regordetes se sintiera un poco cohibido e incómodo por recibir tanta atención, el ambiente no era sofocante ni incómodo por como creía aparentar, era todo lo contrario, la atmósfera era cálida, acogedora y armoniosa, se sentía el calor familiar reinando con infinita gracia acariciar a cada miembro de la familia que se encontraba ahí.

Hyun Joong levantó la vista, y le sonrió con amor a su tierna y bonita pareja.

— Ve amor…

Young Saeng sólo asintió con una leve sonrisa antes de tomar la mano de su hermano entre las suyas, pero Hyung Jun lo sorprendió extendiendo sus brazos hacia su padre en un claro gesto de pedir a su cachorrito que se había quedado dormido encima del hombre mayor, pero JoonGi sorprendió a todos que actuó por instinto para proteger a su nietito en un sobreprotector abrazo.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora