¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse]

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Cuando aparcó el auto frente al lugar que le había citado YunHo, Young Saeng se sorprendió de ver que se trataba del mismo lugar donde celebraron la recepción de la boda hace un año.

Se trataba de un lujoso restaurante en el centro de Seúl, bastante ostentoso y llamativo para su gusto.

"Esta es mi vida" Suspirando largamente por la monotonía al verse abrumado por los recuerdos que lo invadieron de golpe, Young Saeng se bajó de una vez del auto y se encaminó a pasos acompasados hacia el interior del lujoso restaurante, encontrándose con un YunHo impaciente que le esperaba parado en el centro del salón y con dos copas de champaña en la mano.

YunHo le tendió la copa y lo recibió sin muchas ganas. No estaba de ánimos para beber, pero la lastimosa ocasión lo amerita.

—Feliz primer aniversario, amor.  —le dijo YunHo con una sonrisa encantadora antes de beber de su copa de champaña.

Asintiendo no muy feliz, el bonito omega decidió beber también de su copa de champaña sintiendo como el líquido iba quemando de poco a poco cada filamento de su cuerpo, no era de beber porque no toleraba el alcohol. Sin embargo, sólo por esta vez, sólo por hoy, hará un enorme esfuerzo por complacer a su esposo aunque no lo tolere a él y al licor. Ya que ahora está dispuesto a olvidar a cierto alfa idiota que robó su corazón sin proponérselo y ver a YunHo como debe de ser, como su esposo.

Quizás el licor le dé ese empujonsito que necesita, porque estando totalmente cuerdo jamás le ha dado un beso a YunHo. Ni por agradecimiento. A excepción del dia de su boda, porque allí fue obligado.

—Reservé este lugar hoy para ti, mi amor. —comentó el alfa dejando su copa sobre una mesa. —Sé que a veces puedo ser un patán, Young Saeng, pero jamás podría olvidar nuestro primer aniversario de bodas…Por eso quise sorprenderte hoy con algo bonito. —sacó del bolsillo de su traje un manojo de llaves, y lo puso sobre la mano del omega.

Young Saeng miró extrañado las llaves. ¿Qué tipo de regalo era ese? ¿Para que las llaves? ¿Acaso abrirían puertas ó algo así?

—Gracias, eres muy amable… —en vez de cuestionarle por el extraño regalo decidió agradecerle por el noble gesto, y guardó las llaves en el bolsillo de su pantalón. Ya después le preguntaría que abren las llaves.

—¿Sabes? Es muy difícil pedir una reservacion aquí por lo muy famoso que es. —señaló mirando todo alrededor del amplio salón.

—¿Y cómo lo conseguiste? —preguntó con interés.

—Tu madre, ella me ayudó. —respondió, y Young Saeng le miró sorprendido.

Ahora entendía porque YunHo y JiEun andaban raros últimamente. YunHo quería sorprenderlo, aunque fuera algo inusual en él. Ya que siempre era imponer, dominar y mandar.