¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse]

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La mirada impaciente que Hyung Jun le dedicaba a Siwon logro incomodar a su inesperado invitado. Pero Siwon logró disimularlo bebiendo un poco de té que le habían ofrecido cuando llegó a esa encantadora y acogedora casa.

No era muy grande pero tampoco pequeña, era una casa de dos pisos con una florería en el primer piso en la ciudad de Seul, el amor y calor familiar se sentía allí, destilaba una magia inverosímil que no podría describirse o reemplazarse con bagas palabras.

La misma atmósfera cálida lograba envolverte como un manto en el gélido invierno para no dejarte morir de frío.

—Dijo que quería decirme algo Sr. Choi, pero usted no ha mencionado ni una sola palabra después de decirme su nombre. —Hyung Jun le dio un pequeño sorbo a su taza de té, mientras miraba de reojo a su invitado que parecía estar perdido en la jungla de sus pensamientos.

Y ante aquellas palabras que parecieron más que una petición, Siwon puso sobre la pequeña mesita de la sala las fotografías que según tenía entendido eran los padres de Hyung Jun, quien al observar con cuidado los rostros de esas dos personas fotografiadas fingió no conocerlos sobre todo a la mujer que le hizo mucho daño. A Seo Ye-Ji jamás podría considerarla como su madre después de todas las crueldades que le hizo, como por ejemplo: permitir que se convirtiera en el omega de su propio padre para que pasara todas sus épocas de calor con él. En ese tiempo apenas era un inocente niño de doce años cuando perdió su virginidad a manos de su propio padre y no con su alfa predestinado como lo esperaba.

Si no hubiera sido tan cuidadoso e inteligente, quizás hubiera quedado embarazado de ese hombre. Gracias a las pastillas anticonceptivas que tomaba, no ocurrió nada de eso, aunque después tenía que dar explicaciones de porqué no quedaba encinta si los omegas quedan preñados cuando un alfa en celo anuda en él.

Pero cuando quedó encinta y no de su padre, él y su madre lo echaron a la calle sin contemplaciones porque era una vergüenza de omega, la línea familiar debía seguir como a la antigua, cuando entre familiares se acostaban para procrear hijos no contaminados, omegas y alfas de sangre limpia.

Y por no seguir esa estúpida regla, le tocó pasar frío y hambre en las calles, sus ambos progenitores se encargaron de que nadie le diera trabajo ni de barredor en un burdel de quinta. Había manchado la sangre familiar al no llevar en su vientre la sangre de su propia familia, así que le condenaron a esa vida hostil y pagana que no merecía.

—¿Qué es lo que pretende al mostrarme fotografías de dos personas desconocidas? —Su voz gélida y postura reacia descolocó por completo al detective Choi, quien no pudo evitar cuestionarse porque Hyung Jun negaba con total seriedad e indiferencia a las dos personas que conocía.

—¿Los conoce? —Le pregunto al omega.

—¡No! ¡No sé quienes son! ¿Porqué la pregunta? —Esta vez fue él el que decidió preguntar, queriendo saber porque el hombre frente a él le presentaba a esas dos personas que jamás volvería a verlos como su familia.