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Gracias a sus conocimientos como detective y a un riguroso trabajo de investigación, dio con el paradero de la ex novia de su jefe, se trataba de un pequeño pero encantador pueblo al norte de la ciudad de Seul, donde vivían personas del nivel medio socioeconómico, esas personas que están en un escalón más abajo de las personas aristócratas y burgueses de la alta sociedad.

El lugar parecía tranquilo y parsimonioso, no había ruidosos automóviles circulando por la autopista y mucho menos transeúntes paseando por las calles, todo era tan tranquilo como un pueblo fantasma.

Miró una vez más la dirección inscrita en el papel, y para su buena suerte estaba a unos cuantos metros de la casa. Casualmente de allí salió un hombre, no era de tan avanzada edad pero tampoco era un viejo, era de contextura gruesa y alto, tenía musculatura y bien definida, era un alfa.

Camino hasta él, y el hombre al verlo se sorprendió pero no se asustó, sólo lo ignoró, parecía estar ocupado ya que sostenía una escoba entre sus manos mientras limpiaba la parte frontal de su casa.

El hombre por un momento dejó de lado la escoba, para finalmente verlo y hablarle:

—¿Busca a alguien, joven? —Preguntó.

Según a la investigación minuciosa que había hecho, este hombre era el esposo de Seo Ye-Ji y el padrastro del hijo que esta tenía.

—¿Seo Ye-Ji? —Decidio ir de frente al grano. Pero el hombre al escuchar ese nombre, agarró de nuevo la escoba comenzando a barrer otra vez la parte frontal de su casa, ignorando la pregunta de quien le había hecho. —La estoy buscando a ella y a su hijo. —Volvió a insistir Siwon, siendo ignorado de nueva cuenta por el hombre que esta vez decidió esconderse dentro de su vivienda. —Solo quiero saber de ella y su hijo, y no le molestaré más. —Toco suavemente la puerta.

—Ella murió hace dos años. —Le contestó el hombre desde el interior de su casa. —Y del hijo rebelde que tuvo, no sé nada. Ese mocoso bueno para nada huyó de casa hace ya varios años.

—¡¿Digame su nombre?! —Y ante aquella petición, Siwon recibió el silencio de la otra persona parado al otro lado de la puerta que decidió callar la verdad para no ser descubierto.

Siwon esperó por varias horas frente a la puerta a que el hombre saliera, pero el alfa jamás salió de nuevo de su casa.

Pero estando allí no pudo evitar escuchar los cuchicheos de las mujeres que habitaban el pequeño pueblo, parece ser que los cotorreos comenzaban en la tarde, las personas al caer el sol salían de sus respectivos hogares para disfrutar del hermoso atardecer y de unos buenos chismes.

Eso no podía faltar, una buena dosis picante y bien sazonada de chismes.

Y hubo uno que otro chisme que le llamaron bastante la atención, cuando hablaban de un hombre alfa que mató a su omega y a su hijo sin piedad, se trataba del mismo hombre que entrevistó antes del atardecer.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora