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El celo de Hyung Jun ya había terminado, por lo cual no había ningún inconveniente para que pudiera salir de su casa, así que desde muy temprano comenzó a arreglarse para acudir a una clínica y realizarse una prueba de ADN

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El celo de Hyung Jun ya había terminado, por lo cual no había ningún inconveniente para que pudiera salir de su casa, así que desde muy temprano comenzó a arreglarse para acudir a una clínica y realizarse una prueba de ADN. Como también conocer a ése hombre que según dicen que es su padre.

Por un momento pensó en desistir de esa absurda idea y dejar a un lado ese asunto, pero rápidamente la descartó porque le había dado su palabra a ese bonito omega de mejillas grandes y apretujables. Que aunque le parezca interesante y cautivador, no descarta la idea de que tal vez se han equivocado de persona y están buscando en el lado incorrecto. Sin embargo, esa conexión mágica e inverosímil que siente con el chico, le dicen todo lo contrario.

— Mami, ¿a donde vamos? — Le preguntó KyungSoo a su progenitor al verlo bien cambiadito y arregladito mientras le peinaba sus cabellos.

— Umh, pues, a conocer a alguien bebé… A alguien que te amará mucho. Así como yo te amo. — Le respondió a su dulce bebé con amor mientras le picaba su pequeña nariz de botoncito. — ¿Te gustaría tener otro tío, bebé?

— ¿Tío Taemin? — Balbuceó el pequeño infante con su tierna vocesita mientras daba leves saltitos sobre la cama. — Oto tio como Jumin. — Se puso feliz.

Quizás su pequeña cabecita no procesó tan larga información porque aún era muy pequeño pero sí logro captar que tendría un nuevo tío, un tío bueno como lo era Jung Min. Y no le pareció tan mal la idea de tener a otro tío que lo quiera mucho, pues el alfa le gustaba llenarlo de besos amorosos por todo lado y preparar ricas galletas con él.

— Si otro tío como Jung Min. — Volvió a mencionar lo mismo que dijo su pequeño cachorrito, mientras se sentaba en la cama y acomodada a su bebé entre sus piernas. El pequeño bebecito con su pequeña naricita de botón comenzó a buscar el pecho del omega, quien levantó su blusa exponiendo su pezon y el pequeño rápidamente fue a su encuentro con su boquita comenzando a lactar la leche.

— Ya deberías de dejar de amamantarlo Junnie. KyungSoo ya tiene tres años. — Dijo Taemin entrando a la habitación del pequeño infante, y tomó asiento en uno de los banquitos de juguetes que habían allí adentro. — Cuando no estás, busca pecho y como yo no tengo leche, se pone a llorar, y sólo tiene que conformarse con el biberón. Pero no es igual, extraña la leche materna.

El omega le sonrió con ternura a su pequeño cachorrito mientras peinaba sus delicados cabellos, y el bebé feliz por ser amamantado por su progenitor movía sus piecitos y la colita contento.

— Cuándo KyungSoo nació sufrí mucho, mi pecho se llenaba de leche y como no podía darle de lactar, no me quedaba de otra que darle a los bebés de los omegas que no tenían mucha leche. — Confesó Hyung Jun, recordando que algunos omegas que daban a luz en la clínica no tenían suficiente leche para amamantar a sus cachorros y como a él le sobraba la leche, pues no se le ocurrió otra mejor idea que llenarla en biberones.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora