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— Sr

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— Sr. Heo, acabamos de capturar al sujeto que empujó a su hijo por las escaleras. — Informó el oficial de policía que acababa de ingresar a la estación policial, junto a un joven omega que venía esposado de las muñecas.

Lo miró bien, notando que el joven omega era de una apariencia sublime y hermosa como los mismos ángeles, no obstante, el chiquillo estaba con la mirada caída y las lágrimas cayendo por sus mejillas dándole un aspecto lamentable. El omega temblaba, sus feromonas teñidos de dolor y tristeza, delataban su sufrimiento.

Y algo dentro de él se removió con inquietud por verlo en ese estado, que hasta su lobo lloró de tristeza.

— Y-yo no quería hacerlo — Anunció el joven omega apenas en un hilo de voz, pues su apariencia lastimera y voz resquebrajada le impedían hablar correctamente. — Me quitó a mi hijo, lo secuestró… YunHo prometió devolvermelo si hacía lo que me pedía. Pero hasta ahora no me ha devuelto a mi hijo. — Lloró más fuerte el omega.

— ¿Hijo? — El Sr. Heo lo miró sorprendido.

— S-si… Mi cachorrito tiene siete meses y es hijo de YunHo… — Respondió el omega con la verdad, qué mas daba si todo el mundo se enteraba que tenía un cachorro de un alfa alfista y despechado que siempre lo rechazaba.

— E-eso no puede ser posible… — Por un momento titubeó, lo que acababa de escuchar lo dejó más frío que un cadáver. Esto seguramente se trataba de alguna broma o tal vez era una maldita pesadilla, YunHo tenía un hijo. — ¿E-entonces tú y YunHo ya tenían una relación antes de que YunHo se casara con mi hijo? — Quizás no era el lugar ni el momento indicado para formular ese tipo de preguntas, pero tenía que sacarse la espinita de la duda.

El joven omega asintió con la cabeza, afirmándole lo evidente.

— Él es mi alfa destinado… Pero por la obsesión enfermiza que desarrolló con su hijo, lo cegó ante lo evidente. — El  omega suspiró en medio del llanto.

Y un lobo se puso furioso ante lo que oyó, "alfa destinado", ¿porque un tipo como ese le tenía que tocar como pareja destinada a un hermoso omega que lloraba desconsoladamente por un patán como ese? Cuando había más alfas en este mundo que darían la vida por él, ¿porque la diosa luna tenía que emparejar a alfas patanes con omegas tan lindos que merecían ser protegidos? ¡Que injusticia! Mientras tanto JoonGi, no lograba comprender porque su lobo actuaba de esa manera, si apenas acababa de conocer al joven omega.

— ¿Y quien te va a creer eso? — Intervino el oficial de policía, al notar que al señor Heo se le había ablandado el corazón con ese joven omega que ante sus ojos juzgones tenía pinta de mentiroso, farsante y aprovechado.

Como su oficio era capturar a los delincuentes, las palabras del omega no tenían ningún valor para él, ya que sabía perfectamente que algunos omegas utilizaban sus encantos para engatusar a cualquier alfa que muestre un acto de compasión con ellos.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora