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Su mirada estaba clavada fijamente en la sublime, delicada y etérea belleza del omega, admirandolo con suma delicadeza como si temiera dañarlo con el maleficio del mal de ojo

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Su mirada estaba clavada fijamente en la sublime, delicada y etérea belleza del omega, admirandolo con suma delicadeza como si temiera dañarlo con el maleficio del mal de ojo. Si pudiera encerraria al omega en una esfera de cristal para que nadie le hiciera daño y lo resguardaria bajo una poderosa llave, pero sería muy inmaduro de su parte porque el omega no era una mascota.

Ante sus ojos Young Saeng lucia cómo una bella flor frágil y delicada y de pétalos suaves, y por más que trataba de apartar su mirada del bonito rostro del menor, inconscientemente ya se encontraba mirándolo de nuevo e inhalando profundamente su aroma con disimulo.

Era tan delicioso y atrayente como a aroma terapia que lograba enervar todos sus músculos, cada fibra de su cuerpo se desquebrajaba bailando alienado por el aroma del omega, que hasta su lobo elevó la nariz hacia arriba para disfrutar abarrotadamente del aroma floral y dulzón del omega mientras agitaba la cola contento. No era nada empalagoso, por lo cual le agradaba aún más.

Young Saeng literalmente le hacía perder la concentración, y por más que trataba de concentrarse en lo que estaba haciendo, terminaba cayendo deslumbrado ante los encantos excelsos del omega, quizás fue un serafín en su vida pasada, y él, el diablo.

—Si sigues mirándome así…me pondrás muy nervioso. —Interpretó Young Saeng la mirada de ufano de Hyun Joong sobre él.
No le incomoda en lo absoluto que el alfa le mire de esa manera, pero Hyun Joong tiene algo inquietante en su mirada expresiva que logra ponerle muy tímido al instante.

Se removió inquieto en su silla, carraspeo su garganta y abrió la boca nuevamente para hablar. —Así que estudió negocios internacionales y administración de empresas en Estados Unidos. Muy buenos oficios en el ámbito empresarial para ayudar a su padre en los negocios. —Comentó el omega con diplomacia, sin apartar la vista de unos documentos que tenía en mano.

De alguna manera quería sacarle platica al elegante hombre para que este ya no le siguiera mirando de esa manera. Aunque el ambiente era sereno y pacifico, parecía estar trabajando con un completo desconocido, porque ahora que lo tiene como uno de sus socios, no sabe cómo tratarlo, desenvolverse ó entablar una conversación decente con Hyun Joong. No era nada complicado y engorroso trabajar con el alfa, más bien, la atmósfera era tranquila y cómoda hasta relajante. Hyun Joong no era nada revoltoso ó bullanguero como los demás accionistas que tiene la empresa; ya que si hubieran sido ellos, la atmósfera sería un tanto diferente y ya tendría la cabeza a punto de estallar.

Los accionistas de la empresa a veces son bastante complicados, revoltosos y quisquillosos cuando de negocios se trata.

—Si… ¿Y tú que estudiaste Young Saeng? —Interrogó Hyun Joong curioso; pues quería saber un poquito más del menor. Conocerlo.

—Pues…A mi me faltan tres años para terminar mis estudios. Estoy estudiando dermatologia. Como mi padre se especializa en la ciencia médica al cuidado de la piel, me pareció buena idea estudiar dermatologia para ayudarlo. —Respondió Young Saeng con entusiasmo, y Hyun Joong le sonrió maravillado. Sonrisa que no vio el omega por estar mirando unos análisis de laboratorio.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora