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Muy en contra de su voluntad, YunHo logró sacarlo de la compañía a la fuerza para llevarlo a una clínica privada del estado

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Muy en contra de su voluntad, YunHo logró sacarlo de la compañía a la fuerza para llevarlo a una clínica privada del estado. Y ahí estaba él, sacándose sangre para que le realizaran unos exámenes médicos.

No entendía porque YunHo quería saber de su estado de salud cuando él más que nadie sabe que se encuentra perfectamente bien.

—Ahora puede cambiarse allá adentro. —Le indicó la enfermera al omega una puerta de color blanco.

Young Saeng asintió y se encaminó hasta allí, entró y notó que se trataba de un cuarto de baño muy limpio y ordenado que servía para cambiarse. Observó silenciosamente todo alrededor de la pieza hasta notar una bata de color celeste que yacía colgado de un perchero. Y al instante, como si una alarma de incendios se hubiera activado dentro de él cayó en cuenta de que se trataba todo esto y porque estaba en una clínica cuando debería estar en la compañía trabajando.

"¡Madre luna, que no sea lo que estoy pensando!" Y con esa duda rondando su cabeza decidió ponerse la bata, luego de unos minutos salió del cuarto de baño y la señorita enfermera lo esperaba impaciente sosteniendo entre sus manos una jeringa.

—Acuéstese en la camilla, por favor. —Le pidió amablemente la enfermera.

Young Saeng le obedeció y se recostó sobre la camilla boca arriba.

—Esto no tomará mucho tiempo… Sólo necesito una muestra de tu lubricante natural para hacer unos análisis. No dolerá, así que no tengas miedo. Relájate. —Le dijo al menor en son de confort para que se relajara y le dejara hacer el trabajo a ella.

Young Saeng tomó una gran bocanada de aire y cerró los ojos, abrió las piernas y la enfermera le introdujo por su cavidad anal la jeringa para tomar una poca de muestra.

—Listo… Ya puedes levantarte. —Le dijo al menor al finalizar el trabajo y se quitaba los guantes quirúrgicos.

Young Saeng abrió los ojos sorprendido por la forma en la que fue tratado, pues no sintió nada, ni siquiera un hormigueo cuando la mujer le introdujo aquel objeto para tomar un poco de muestra. Se bajó de la camilla y se encaminó de nuevo al cuarto de baño para cambiarse. Luego de unos minutos salió bien cambiadito con su ropa de antes.

—Sólo espera por tus resultados… —Le informó al menor antes que saliera del cuarto de laboratorio.

Young Saeng caminó hasta la sala de espera y tomó asiento en una de las sillas a esperar por sus resultados. Y por el fastidioso de su esposo que también deben estar sacándole muestras en unos de los laboratorios de alfa.

Y justo por uno de los pasillos de los cuartos de laboratorios exclusivos para alfas, se encontraba un omega de piel pálida corriendo como loco hacia la sala de cuidados intensivos; su cabello castaño oscuro danzaba de un lado a otro de una forma muy cómica, su garganta estaba seca y el pulso acelerado a causa de la gran maratón que estaba dando para llegar con su paciente, pero se detuvo en seco al sentir un aroma muy familiar estampar en su nariz, Hyung Jun giró paulatinamente sobre los talones de sus tennis blancos sintiendo una sensación extraña circular por sus venas al reconocer el aroma de aquel alfa que sólo recordaba su aroma, porque jamás había visto su rostro, pero que jamás podría olvidar su olor y el sufrimiento que le hizo pasar cuando estaba inconsciente. Porque ese día cuando despertó en aquel desolado cuarto de hotel su cuerpo olía a cigarrillos.

¡MARCAS DEL DESTINO! [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora