Kyle
Cuando Kyle se encontraba con los audífonos puestos y observando el motor de un auto, era como meterse en su propio mundo, hasta el punto de ignorar completamente todo lo que sucedía a su alrededor. La canción del momento sonaba alta en sus audífonos, por lo que no podía escuchar nada más que eso. Se encontraba debajo de un enorme y viejo Pickup con herramientas desparramadas por todo el suelo y una linterna en su boca.
Estaba tan concentrado que, cuando una chica se asomó por debajo del vehículo gritando su nombre, se sobresaltó tanto que su frente fue a dar contra el metal del esqueleto de la máquina, a tal punto en que temió que al día siguiente se presentara con un moretón vergonzoso.
Se quejó mientras se quitaba los audífonos y se deslizaba fuera, sobando el golpe.
Sally lo miraba desde arriba.
—¿Cuántas veces te he dicho que no te me aparezcas así cuando estoy trabajando? —dijo algo frustrado, consciente de que no era la primera vez que la chica hacía algo como eso, logrando que Kyle se golpeara con todas las partes de un vehículo.
Finalmente se levantó de la tabla y dirigió la mirada a su amiga, quien iba en pants y todo su cabello rebelde sujeto en un peinado de bailarina.
—No te sobresaltarías tanto si al menos le bajaras un poco a esa música tuya —le respondió, indignada mientras sacudía los audífonos que le caían por el cuello a Kyle. Él prefirió no responder—. Venía porque desde hace una semana que no sé de ti. Ya no tuve oportunidad de preguntarte cómo lo llevabas. Ya sabes... lo del otro día.
Kyle bajó la mirada. Siempre que se recordaba le avergonzaba, por eso mismo decidió irse un poco más temprano al trabajo todos los días para no toparse con Sally y solía regresar bastante tarde. También respondió solo lo necesario a los mensajes de sus amigos, pero a ninguna llamada, solo para excusarse un par de horas después diciendo que había mucho trabajo en el taller.
Ellos obviamente no se lo creían, pero no presionaban tampoco. Sabían que Kyle necesitaba un poco de espacio. Y, a decir verdad, no era completamente su intención evadir el tema, pero sí quería ensayar lo que iba a decirles cuando los viera.
—Realmente lamento por cómo te hablé —dijo finalmente—. No era mi intención gritarte. Es solo que esa música...
—¿Es jodidamente deprimente? —preguntó con un deje de diversión, repitiendo las palabras de Kyle.
Eso le sacó una media sonrisa.
—No tuve que reaccionar así. No fue tu culpa.
—Bueno, pero tampoco soy inocente —la chica se encogió de hombros y apretó la correa del bolso de gimnasia que llevaba al hombro—. Tú me pediste que la quitara y yo no lo hice.
—Aun así —Kyle se encogió de hombros, intentando enfatizar su punto.
–Pero estás mejor ahora, ¿verdad? —desvió un poco el tema la chica, a lo cual él simplemente asintió—. ¿Lo suficiente para que pueda hacerte una pregunta?
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Collide
Teen FictionSEGUNDA PARTE DE THE CRASH Ha pasado un año y medio desde el incidente. Desde que estos dos chicos se vieron forzados a renunciar al otro. Dylan y Kyle intentan seguir con sus vidas separadas, a pesar de que en el fondo, el corazón de ambos sigue añ...