Lienzo gris

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Dylan 

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Dylan 

—Asistente de panadería.

—No sé hacer pan.

—Puedes aprender.

Silencio.

—Siguiente.

—Tutor universitario.

—Estoy en primer año, dudo mucho que pueda hacer algo por alguien.

Nora lo observó con una mirada asesina.

—¿Entonces qué quieres, Dylan? —le preguntó un poco exasperada. Aquella había sido la décima opción que le tiraba la chica, pero el castaño se había negado a todas—. Dijiste que querías trabajar, tampoco puedes darte el lujo de rechazar tantos empleos como estudiante, lo sabes, ¿no?

El asunto era que habían estado casi una hora los dos juntos buscando en el periódico local algunos puestos de trabajo. El castaño desde hacía meses que decía que debía encontrar un empleo para poder seguir ahorrando, pero hasta ese momento se había dedicado a hundirse en dramas adolescentes. Ahora realmente necesitaba comenzar a trabajar, tanto por el bien de su vida universitaria como por el bien de su salud mental al... tener algo con lo que evitar a Erick.

Se sentía pésimo. Se sentía como un idiota y un traidor, pero no podía evitarlo.

Había pasado una semana desde que se habían acostado. Las cosas en su dinámica no habían cambiado mucho, aunque ahora el rubio se tomaba mucha más libertad para besarlo a cualquier hora del día, sin importar en dónde estuvieran. Era un poco extraño, debía decir, considerando que el hecho de que su corazón se encogiera cada vez que lo veía y que se sintiera cálido y seguro en sus brazos no había cambiado. Pero muy a su pesar, comenzaba a creer que eso que sentía era un profundo cariño.

No creía estar enamorado de Erick.

Y era tan idiota, que tuvo que esperar a estar completamente con él para darse cuenta.

¿Y por qué no terminaba con él? La pregunta del millón. No sabía cómo hacerlo luego de haberlo hecho esperar tanto por él para luego solo terminar su relación.

El castaño terminó por llevarse las manos al rostro.

—Lo sé, es solo que... mi cabeza está hecha un desastre —dijo finalmente, respondiendo al comentario de Nora.

—Eso para no decir que te has vuelto un amargado —la chica terminó por dejar caerlos panfletos y el periódico sobre la mesa del restaurante, dándose por vencida.

Dylan había ido a encontrarse con sus amigos en su nuevo lugar favorito de pizza. Con Nora habían quedado desde una hora más temprana, considerando que Trevor tendría que unírseles después para reunirse con sus compañeros de clase primero. No tardaba en llegar. Erick ese fin de semana había ido a visitar a sus padres, ya que por cuestiones de trabajo, no los vería para Navidad. 

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