SEGUNDA PARTE DE THE CRASH
Ha pasado un año y medio desde el incidente. Desde que estos dos chicos se vieron forzados a renunciar al otro. Dylan y Kyle intentan seguir con sus vidas separadas, a pesar de que en el fondo, el corazón de ambos sigue añ...
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Dylan
Había pasado una semana. Una semana exacta y él aún no sabía cómo sentirse. Sabía que estaba mal, pero no lograba concretar qué era lo que se sentía tan fatal. Sí, le dolía que hubiese terminado con Erick, pues al final este siempre lo había hecho sentir querido y le gustaba pasar tiempo con él; pero sabía que había sido para mejor. Sabía que aquello que sintió por él no era esa clase de cariño, de amor. Tal vez lo que le dolía era que le había hecho daño al chico. Él nunca quiso lastimarlo, pero tampoco era justo para Erick que Dylan estuviese con él si no iban a sentirse de la misma manera.
La mañana después de la ruptura, la única razón por la que decidió salir de su habitación era porque sus padres no sabían que estaba en casa. Ellos claramente se sorprendieron cuando el castaño apareció en el comedor para desayunar. No tuvieron que escuchar ni una palabra de su hijo para saber que algo no andaba bien, pero antes de que llegaran a preguntar, Dylan simplemente les dijo.
—Terminé con Erick —soltó con voz suave y ronca, casi como si se estuviese negando a decirlo.
Suspadres parpadearon lentamente, solo para después intercambiar miradas y, comosi se hubiesen puesto de acuerdo únicamente con esa simple acción, ambos selevantaron de la mesa y lo abrazaron al mismo tiempo.
Fue un poco incómodo. Dylan no era mucho de abrazos, pero no le molestaban. Aunque con los tres ahí el abrazo salió un poco desorganizado.
—¿Te hizo algo? ¿qué pasó? —fue su padre el primero en hablar, seguramente haciéndose ideas de que al final Erick lo había lastimado tanto como Kyle.
A pesar de que la discusión de la noche anterior con respecto al comentario del rubio cruzó su cabeza repetidas veces, decidió no comentarlo. No podía negar las palabras de su ahora exnovio: Dylan había cometido muchísimos errores, más que Erick, si es que en algún momento los hubiese hecho. Si alguien le había hecho algo a alguien, era Dylan al rubio.
—No—sonrió a medias cuando sus padres se separaron definitivamente de él,intentando tranquilizarlos—. Es solo que... no me sentía... cómodo. Es difícil deexplicar, pero está mejor así.
Linda también quiso hacerle preguntas, pero tras un par en las que su hijo respondía secamente, la mujer lo dejó. Era claro que no tenía muchas ganas de hablar del tema.
Durante esa semana no había escuchado nada de Erick, lo cual lo sorprendió un poco, cabía decir. Tal vez se estaba dando mucha estima, pero una parte de él había esperado a que el chico lo buscara, le pidiera explicaciones más concretas o algo. Aunque debía estar contento, ¿no? Al menos estaría relajado y no tendría que lidiar con mucho más drama.
Sin embargo, su deseo porque las cosas fueran simples claramente fue burlado.
El viernes por la tarde se estaba encaminando fuera de su edificio, yéndose a encontrar con Nora y Trevor, a quienes ya les había contado la situación, pero muy brevemente, considerando que no tuvieron tiempo de hablar más despacio. Los tres aparentemente se pasaban el resto de la semana ocupados con sus clases.
