SEGUNDA PARTE DE THE CRASH
Ha pasado un año y medio desde el incidente. Desde que estos dos chicos se vieron forzados a renunciar al otro. Dylan y Kyle intentan seguir con sus vidas separadas, a pesar de que en el fondo, el corazón de ambos sigue añ...
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Dylan
A pesar de que lo había intentado, Dylan no podía evitar regresar al mismo pensamiento una y otra vez desde la noche anterior: ¿cómo era que se le has había manejado para dejar las cosas incluso peor a como estaban?
Desde que dejó el apartamento de Kyle, había pasado por varias fases. Primero se encontraba terriblemente molesto, porque consideraba que su exnovio le había mentido descaradamente. Era decir, había dicho que lo extrañó tanto que le dolía respirar; sin embargo, parecía que había logrado superarlo bastante bien, porque ahora contaba con la compañía de una linda chica. Esta lo había tratado con tanta delicadeza y cariño, que para Dylan no podía significar otra cosa más que aquellos dos tenían una relación. Pero luego comenzó a preguntarse ¿por qué estaba realmente molesto? Era decir, él tenía novio, también había seguido adelante. ¿Por qué Kyle no podía hacer lo mismo?
Y ahí era cuando volvía a entrar la furia. Porque no estaba molesto porque el chico tuviera a alguien más, sino porque no se le ocurrió decirle eso antes de expresarle lo mucho que lo extrañaba.
Después le siguió un terrible arrepentimiento y tristeza, porque luego de llegar a su habitación y echarse inmediatamente a la cama, solo podía pensar en lo cruel que había sido.
Dylan podía decir cosas muy hirientes cuando se molestaba, ¿pero eso de que le era difícil creer que Kyle tuviese amigos? Eso había sido muy bajo. No podía culpar al chico por molestarse. ¡Y la manera en que actuó después! Sin embargo, así como el de ojos verdes tenía derecho a molestarse con el castaño por lo que dijo, él también lo tenía. Tenía derecho de expresar todo lo que llevaba meses intentando guardarse, por el simple hecho de no tener a quien expresárselo. Que no hubiese sido la forma correcta de hacerlo, eso era otra historia.
En ese momento se encontraba caminando hacia el apartamento de su novio, con el celular en la mano y el número de Trevor esperando ser marcado.
La noche anterior, luego de salir de casa de su exnovio, apenas si tenía fuerzas para volver a hablar. Simplemente llegó a su habitación a dejarse caer sobre su colchón. Joe aún le preguntó si había logrado encontrar a su exnovio y hablar con él, a lo que Dylan simplemente levantó el pulgar. Cuando este le preguntó cómo había ido, el castaño solo cambió el pulgar hacia abajo. Su compañero fue suficientemente amable para no preguntarle sobre el tema.
No había hablado con sus amigos tampoco, ni con Erick. A la mañana siguiente solo le preguntó a su novio si podían verse y luego de recibir una afirmativa, no volvió a tocar su teléfono hasta ese momento.
Quería poder decir que no sabía por qué dudaba tanto en presionar el botón para llamar a su amigo, pero eso sería mentir. Quería hablar con él, claro, pero una parte de su persona sabía que Trevor lo que haría sería sermonearlo, recalcarle las cosas en las que se estaba equivocando y la verdad él no quería escuchar eso en ese momento. Él ya sabía que estaba metiendo la pata, pero aún no tenía ni idea de cómo no hacerlo.
