En alguna parte de la nave donde los objetos recolectados por Makkari me hacían soltar maldiciones al golpearme con ellos por no mirar por donde iba.
―Con que aquí estabas mi preciosa Alena.
―¡Joder! Que susto. ―exprese viendo de inmediato al lugar donde provenía si voz― Se supone que estoy ocultándome de ti.
―¿Y como vas con eso? ―sonrió con burla acercándose a mi.
―¡Atrás! Quédate quieto. ―mi mano toco su pecho haciendo presión ya que insistía en acercarse. Volvió a reír con gracia y por un momento mi cuerpo se paralizó.
La relación que alguna vez había tenido con Druig en estoy siete mil años se había visto interrumpida por ciertos acontecimientos y circunstancias desafortunadas.
Ahora todo eso había terminado y aunque teníamos la misión de encontrar al resto de nuestros compañeros luego de salvar a la tierra, nada nos impedía regresar a recuperar lo que una vez tuvimos y siguen latentes en nuestros corazones y mentes.
Excepto por el hecho de que tenía miedo de que una vez más ocurriera algo y tuviera que separarme de él, no soportaría de nuevo escuchar salir de su boca que me alejara de él, aunque supuestamente fuera por mi bien.
―Tengo trabajo que hacer y amigos que encontrar.
―Yo creía que estabas ocultándote. ―alzó una ceja― Si aun estuviéramos en la tierra juraría que llevas semanas enteras evitándome. ―el toque de su mano sobre la mía hizo que tenia y rápidamente la apartara de su pecho― Aun cuando hay cosas importantes, creo que nosotros lo somos aun mas y debemos hablar, se que eres totalmente consciente de eso.
―No quiero que vuelvas a romper mi corazón. ―solté sin ningún tipo de advertencia, ni siquiera habíamos llegado a esa parte de la conversación pero preferí adelantarme.
―Haberte alejado de mi hace siglos fue un error y jamás voy a perdonarme el haberlo hecho y me merezco totalmente el que no hayas querido contactar conmigo cuando quise disculparme. ―sentía la culpa salir de sus ojos, me entristecía causarle malestar o cualquier otra cosa negativa― Aun con mis poderes fue imposible hallarte hasta el momento en que debimos reunirnos y justo cuando volví a verte, todo lo que vivimos volvía a mi mente con más lucidez, verte me hizo dar cuenta de que eres a quien necesito a mi lado, mas que a nadie. Eso que los humanos llaman amor no se compara a lo que siento por ti.
―Pareció tan sencillo para ti alejarme de tu lado cuando las cosas se torcieron, aun cuando sabias que tenias todo mi apoyo, estaba de tu lado, pudimos permanecer juntos y te habría ayudado mucho mas en esa comunidad que empezamos en la Amazonia.
―Creí que estarías mejor con Sersi. ―miro al suelo un momento y luego a mi― Pensaba que así no te haría daño, no era bueno para mi mismo, no quería dañar lo mas precioso que tenia y tengo en mi vida porque aun sigues estando en mi mente Alena, nada a cambiado.
―Preferí desaparecer porque tampoco me sentía cómoda con Sersi y su intento por llevar una vida normal, para ella funcionaba pero no para mi. Encontré la forma de que no pudieras llegar a mi aun con todo el esfuerzo que pusieras pero eso no hizo mas sencillo que dejara de pensar en ti, era aun peor pero cuando quise ver ya habían pasado quinientos años y no había hecho nada por vivir en realidad, no te estoy culpando.― arremetí cuando vi su expresión― Mas bien me culpo a mi por no saber que hacer, tu pudiste seguir adelante pese a todo y yo me estanque en la nada. Pero mis sentimientos tampoco han cambiado por mas que quise odiarte por ser un cretino.
Me sentía vulnerable frente a él, tal vez mis palabras solo lo confundían aun mas pero es que ni yo sabia como acomodar mis ideas. Solo tenia presente una cosa, le quería, demasiado, mi afecto por él sobrepasaba cualquier limite y creer por un momento que eso ea suficiente para permanecer juntos me daba una pequeña ilusión.
―Lo que quiero decir es... también creo que lo que sentimos sobrepasa cualquier palabra que sepamos y estoy dispuesta a dejar todo eso en el pasado si me prometes que pase lo pase no me alejaras de ti creyendo cosas que ni tu sabes que son ciertas, no supondrás lo que es mejor para mi, si vamos a estar juntos ambos decidiremos lo que es bueno o no, tenemos una nueva oportunidad gracias a que estuvimos en esa misión juntas al igual que en las otras desde que fuimos creados, cambiemos el final de nuestra historia.
―¿Eso significa que si estas dispuesta a darnos una nueva oportunidad?
―¿Que acaso no quedo claro? ―se supone que el momento debía ser dulce pero siempre con mis frases maravillosas, Druig sonrió al ver mis muecas mientras me reprendía mi misma internamente― Pero si quiere decir que si, no puedo hacerme de rogar demasiado contigo, no se que tienes.
―Soy irresistible. ―me dio una mirada coqueta mientras aprovecho mi distracción para tomarme por la cintura y pegarme a él tomando mi mejilla en su mano.
―Pero no vayas tan veloz McQueen. ―el chico me miro confundido.
―¿Quien es McQueen? ―dijo mirándome con intriga, se veía adorable con la confusión adornando sus facciones.
―Es de una película de autos que hablan... olvídalo. ―me adelante al ver de nuevo su expresión por lo que había dicho, es como si no hubiera pasado en la tierra los últimos años. Cierto, estuvo en medio de la nada literalmente― ¿En que estábamos? ―volví a hablar con nerviosismo al ser consciente de nuestra cercanía.
―En que fui interrumpido por una de tus referencias cuando evidentemente quería besarte. ―que lo dijera sin ningún temor me puso mas nerviosa, mas cuando su mano hizo presión en mi espalda.
―Eres como un hipnotizador, tu sonrisa me confunde y tus ojos hacen que no pueda pensar con claridad, se supone que la conversación no terminaría así.
―Cada palabra que sale de tu boca solo me alagan aun mas, mi dulce Alena. ―una risita se escucho de su parte. Se acercó a mi pero me aleje haciendo que rozara mi mejilla― Vamos, ¿no sera esta tu venganza? ―negué divertida y mordí la uña de mi dedo índice.
―Es que ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que nos besamos que ya no se si sigo sabiendo como se hace.
―Solo déjate llevar. ―no pude objetar pues sus enormes manos aprisionaron mis mejillas y nuestras labios se rozaron suavemente para luego comenzar un beso que literalmente me transportó a otras épocas donde Druig me besaba con ese mismo amor y cuidado. Mis brazos rodearon su espalda para poder tenerlo aun mas cerca de mi, parecía como si quisiéramos fusionarnos con un beso, nos era imposible el querer separarnos.
Aquel gesto nos estaba haciendo rememorar tantas cosas que era imposible no volver a repetirlo una y otra vez.
Al separarnos tomó mi mentón.
―Siempre he sido tuyo, nunca lo dudes.
―Y siempre he sido tuya, hasta el final de los tiempos. ―sus brazos me rodearon en un cálido abrazo el cual correspondí con alegría.
