Saludaba a algunos habitantes que se cruzaban por mi camino mientras iba en dirección al claro que había encontrado en medio del bosque, era un lugar tranquilo y donde podía poner en orden mis emociones antes de alguna reunión, odiaba que Kingo siempre me fastidiara por no poder hablar con normalidad cuando cierta persona estaba cerca.
Iba entre medio de las casas y otras construcciones para poder esconderme sin que fuera demasiado notorio y los habitantes me vieran raro, me tenían respeto y cariño pero estaba segura que no dudarían en pensar que estaba loca o algo así.
"Vamos dulzura, no puedes ignorarme por siempre" la voz de Druig hizo eco en mi cabeza.
"Obviamente puedo, solo observa o no, mejor cierro mis ojos para que no veas donde estoy"
"Un poco tarde pero conociéndote ya estas cambiando de rumbo."
"Que bien me conoces" expresé con sarcasmo.
"También ya se donde vas para ignorarme y fingir que nada sucede." entonces mi cuerpo chocó contra alguien más― Te encontré. ―por un segundo su sonrisa nubló todo lo demás.
―Ahora cierra los ojos y cuenta hasta diez para que vuelva a esconderme.
―¿A donde crees que vas? —sus brazos me rodearon con cuidado, todo dentro de mi parecía revolucionarse.
―Por ahí. ―me removí entre sus brazos pero solo aumento el roce entre ambos, muy lejos de las intenciones de Druig por soltarme― Quizá Ajak me necesite.
―Estoy seguro de escuchar que podíamos relajarnos pues por el momento no había peligro inminente, es mas probablemente debamos dejar este sitio.
―¿Y que con eso?
―Que antes de dejar este sitio me gustaría hacer algo. ―mis ojos se entre cerraron apenas con algo de cuestionamiento― Los atardeceres en la playa son hermosos y no quiero apreciarlo solo, seria aun mas hermoso si mi lady me acompañara.
―Oh, pues suena un plan genial ¿Tenias que hacer todo esto para pedirme una cita por fin? ―esta vez me dejo espacio viendo que iba en dirección a la playa, su brazo reposaba en mi espalda baja manteniéndome cerca de él― Solo bromeo, con lo que de que es una cita.
―Siempre han sido citas, cada uno de nuestros paseos y vistas al horizonte, me gusta estar contigo o acaso no notas mi mirada hacia ti cada que estamos juntos.
―Claro que lo noto, solo que llevamos tanto tiempo siendo amigos que creí que solo eran tardes amistosas y yo estaba confundiendo mis sentimientos.
―No estabas confundida, era yo rebuscando en tu mente si sentías algo mas que aprecio por mi.
―¿Que dijimos sobre espiar en mentes ajenas?
―Que es malo e ibas a perseguirme lanzándome bolas de fuego. ―reí de manera dulce― Me encanta cuando sonríes, tu rostro parece brillar aun mas.
Llegamos a la orilla del mar, aun faltaba un poco para ver el sol caer.
—A mi también me gusta verte sonreír, la manera en que tus ojos quedan mas pequeños y parecen destellar, y tus labios, esa es otra historia. ―dije mientras tomaba su mejilla con delicadeza.
―Mi dulce Tatia. ―dejo un suave beso sobre mi frente.
―Basta un día harás que me crea todos tus cumplidos. ―reí apenas, su mirada era algo intensa sobre mi.
―Es imposible no decirlo cuando antes has dicho eso sobre mi. Tal vez por eso sonrió demasiado a tu lado, me gusta escucharte decir algo lindo pero hoy a sido diferente.
―Es inevitable teniendo tan hermosa vista. ―las manos del chico hicieron presión en mi cintura, no podía sostener su mirada al que solo lo abracé― Mira, el atardecer ya esta comenzando. —los tonos rojizos, amarillos y naranja comenzaban a hacerse muy intensos reflejándose en el agua y dando una atmósfera colorida a nuestro alrededor.
―Después de tanto tiempo al fin ocurre un atardecer tan hermoso y la oportunidad de preguntarte si podemos ser algo mas, te amo Tatia, no hay momento en que no piense en ti y en los momentos que podríamos compartir juntos, aun más de los que ya tenemos. —mi corazón latía alocado por sus palabras, mis manos se aferraron a su ropa en la zona del pecho para contener la emoción mientras tenia mi frente pegada a su mentón.
―También te amo Druig y no hay día que no piense en casa gesto tuyo para conmigo, no puedo evitar no sentirme emocionada cada que dedicas tu tiempo conmigo y sería aun mas estupendo poder compartir aun mas.
―¿Eso es un si a ser pareja por la eternidad? ―levantó mi mentón para que lo mirara a los ojos.
―Es mas que un si. No quiero estar con nadie más que no seas tu, Druig, jamás habrá nadie más.
―Tampoco podrá haber alguien más que tu. ―rozó nuestras narices y cerré mis ojos por la cercanía.
Sus labios no tardaron en unirse con los míos en un lento y suave beso, sus manos tomaron mis mejillas profundizando el beso, sonreí a la mitad haciendo que él también lo hiciera.
Sus labios eran tan cálidos y tiernos, realmente era como una caricia sobre los míos. Besar a Druig ahora formaba parte de las cosas maravillosas que me habían pasado estos años.
―Que será de mi soportando tu genio hasta final de los tiempos. ―bese su mejilla con una sonrisa divertida y luego recargué mi cabeza en su pecho.
―Será fácil, me quieres y adoras mi genio.
―No puedo objetar nada ante esa afirmación. ―le abracé con más fuerza y nos quedamos allí hasta que la noche llegó.
