Estaba a un lado mirando un libro, se suponía que estaba leyendo antes de que Druig hiciera acto de presencia.
Estaba dándome la espalda para que no lograba ver la señas que hacía y que la chica respondía, me daba curiosidad saber que estaban diciendo.
La cercanía de la conversación hacia que sintiera algo de celos que trataba de disipar pensando en cualquier otra cosa e ignorarles.
Pero no podía y no pude apartar la mirada a tiempo antes de que Makkari me viera casi espiándoles, tratando de ver por encima del hombro de Druig.
Me fui de allí a otra parte de la nave, una de las tantas habitaciones que hay aquí.
Me quede sentada cruzada de brazos y sentía mi ceño fruncido, me sentía como uno de esos niños caprichosos que conocí en la tierra.
Hacía semanas que ellos tenían esas conversaciones algo secretas, aunque no era tonta sabía que lo hacía para molestarme, a pesar de los años jamás dejamos en claro nuestros sentimientos y cada vez que Druig intentaba confrontarme huía de él por miedo a que jugará con esos sentimientos.
Muy a pesar de sus palabras y sonrisas especiales que solo veía cuando estaba frente a él, no se porque le daba tanta vueltas, adoraba esos momentos donde parecía que algo ocurría, esa conexión entre ambos donde me sentía realmente bien.
Teníamos una amistad de milenios, aunque por momentos parecía algo mas, quería algo mas pero no sucedía y comenzaba a pensar que era por mi culpa pues jamás le dejaba hablar cuando la conversación se tornaba intensa y había como si él estuviera bromeando, solo me seguía la corriente pues a pesar de todo le hacia gracia, mas aun cuando lograba ponerme nerviosa.
―Makkari y yo no tenemos nada, somos amigos como lo hemos sido desde el inicio de la misión y ahora que todo eso acabó. ―escuche a mis espaldas, también como la puerta se cerraba. De seguro había escuchado cada tontería que pensaba.
―¿Y porque me debería interesar esa información? ―me levante pues no quería seguir pareciendo una bebé enojada.
―Porque se sobre tus sentimientos por mi. ―dijo con seguridad. Alcé mi ceja de inmediato mirándole fijamente, una sonrisa de burla apareció con rapidez en ambos rostros.
―¿Qué te hace pensar que son para ti? Podrían ser hacia Makkari, es una mujer hermosa y también somos amigas desde el inicio.
―Por favor, crees que no he notado como me vez. ―si rostro estaba peligrosamente cerca del mío mientras sonreía, maldito― Es una mirada encantadora, lastima que no te quedes para ver la manera en que yo te veo a ti.
―¿Qué te hace pensar que estoy interesada en ti?
―¿Olvidas que puedo leer y controlar mentes? Y se todo de ti y no porque haya gustado en tu mente, nuestras charlas hasta altas horas en la madrugada sin muy buenas.
―Tal vez hayas fallado y viste algo que no era cierto. Y tal vez no haya dicho todo en nuestras charlas. ―no se porque estaba siendo tan orgullosa, porque no le daba la razón de algo que es cierto.
―Aunque a veces logras engañarme con tus pensamientos, estoy seguro de que ahora no has podido. Y no hay detalle de ti que se te haya escapado en nuestras charlas.
―Eres molesto. ―fruncí el ceño acercándome a él.
―Pero te gusto demasiado. ―me aleje enseguida al ver como volvía a acercarse, por un momento creí que me caería― Me quieres mas de lo que piensas.
―No es verdad.
―Si lo es.
―No, no lo es.
