Iba junto a Ikaris tomada de su brazo mientras caminamos por los alrededores, yo le contaba algunas de las experiencias que había tenido con los humanos y él me contestaba que no me encariñara con ellos.
Lo mismo de siempre, también siempre le ignoraba y seguía hablando de lo genial que había sido tal y tal cosa.
―Dime Laila, Druig y tu... ya sabes ¿tienen algo? ¿Se puso los pantalones o aun sigue actuando como un tonto?
―Respecto a tu primer pregunta, no lo se y segundo no es un tonto, solo es... Druig. ―ni yo sabia lo que eso significaba― ¿Y por qué la pregunta, acaso estas celoso de que alguien parezca interesado en mi? ―su mandíbula se tenso, jamás lo había dicho pero tenia mis sospechas― Te recuerdo que estas casado hace mas de mil años.
―Y eso no hace que también te ame menos. ―solté su brazo de inmediato― No actúes como si no lo supieras, siempre lo has sabido.
―Sersi es mas que una hermana para mi, y en cuanto a ti te ves dejado claro mis sentimientos mucho antes de que decidieras casarte con ella.
―Podríamos hacer sido nosotros.
―Basta, no quiero escucharte.
―Te amo. ―se acercó a mi rápidamente tomando mi rostro.
―Amo a Druig. ―exprese sin titubear― Aun cuando no se si él siente lo mismo.
―¿Y cuando piensas confesarlo? Porque por lo que veo no creo que vaya a ser pronto. ―su presencia parecía estar aplastándome― Juntos seriamos imparables, mucho más que con él quien tiene aires de Dios.
―Mira quien lo dice. ―quise alejarme al menos un paso pero era imposible― Nunca he sentido nada mas que cariño por ti, como a un familiar, tal vez también como un hermano. Y aun si no te hubieras casado con Sersi habría contemplado la posibilidad.
―Detesto que en cada cosa relacionada a ti o no, este él de por medio.
―Siempre te refieres a él como si le odiaras, como si fuera una competencia por nada.
―Es por ti, no soy el único que ha estado enamorado de ti desde el principio. Si tenias alguna duda sobre los sentimientos de Druig ahí esta tu respuesta. —expresó como si odiara la idea— Pero ojala nunca puedan estar juntos, porque yo lo deseo o porque ambos son tan tontos como para dar el siguiente paso.
―Tienes a Sersi quien te ama, déjame a mi elegir a quien amar.
Me dio la espalda marchándose de allí a gran velocidad.
Sus palabras resonaban en mi mente como un eco y aunque hiciera el esfuerzo por calmar mis pensamientos, era imposible. Sentí un nudo formarse en mi garganta y lágrimas salir de mis ojos.
No sabia por cual de sus palabras lloraba pero dolía, mi visión se nubló y trate de quitar las lágrimas con mis manos para que esa molestia se fuera.
―Esta bien, todo estará bien hermosa. ―Druig apareció a mis espaldas y rápidamente me rodeo con sus brazos.
Me aferré a él como si mi vida dependiera de ello.
―Se que escuchaste todo lo que dijo y todo lo que yo dije.
―Así es. También te amo, mas que a nada Laila y estaré a tu lado para protegerte de lo que haga falta, lo juro. ―volvió a sumergirme en su abrazo y el la calidez de sus palabras.
