―¿Quién te vistió, acaso no tienes luz en tu habitación?
―Que horrible tu ropa pareces emo o un renegado.
―Ouch, no me has dejado terminar iba a decir que podía ayudarte quitándotela porque te verías mejor.
―Menos mal entonces, juntarte con los humanos en esta época no te favorece.
―Tal parece. O tienes mal genio, mas que nunca.
―Mira quien lo dice, no eres Miss simpatía precisamente.
―Como sea. ―se movió de su sitio y vino hasta mi― De todos modos tu rostro se ve igual de hermoso.
―Druig, luzco igual desde hace más de siete mil años.
―¿Dije que eres hermosa y es todo lo que respondes?
―Tu también Druig, también eres hermoso. Agradezcamos a Arishem por hacernos tan bellos aunque sea un hijo de perra. ―tome sus manos cerrando los ojos como si fuera a rezar.
―No importa cuantos siglos pasen sigues siendo igual de insoportable.
―Y tu un altanero con complejo de Dios. ―abandonó la habitación haciendo un movimiento con su cabeza, no superaría a Tony en cuanto a ser una diva pero definitivamente lo era― Y un tonto también.
―Bésame el trasero.
―Pues si eso quieres, que yo recuerde era muy suave, mis manos lo saben bien.
―Hey, no quiero que los demás escuchen como es mi trasero. ―regresó de inmediato.
―Tu has empezado. ―entrecerré mis ojos mirándole― No es como si recordar cosas de hace siglos fuera divertido.
―Ojala jamás se hubiera terminado, siempre te he querido y no sabes lo mal que me sentí cuando un día solo te fuiste. ―era la primera vez que hablábamos realmente de nosotros desde que nos reencontramos.
―No sabes cuanto lamento eso pero no quería hacerte daño, ni tampoco a alguien de la comunidad si mis poderes se saludan de control. Fueron siglos escondiéndome hasta que alguien logró ayudarme.
―Yo podría haberlo hecho, podría haberte ayudado o me hubieras dejado ir contigo.
―Lo lamento Druig, no pensaba lo que hacia en realidad, solo sentía miedo y te amaba demasiado como para soportar el hacerte más daño.
―Al menos hoy estas aquí, así que en parte debo agradecerle al hombre pantera. ―para nada se miraban los celos en su voz, para nada― ¿Y tu quien eras allí pantera bebé?
―De hecho es pequeña jaguar. ―gracias a las manchas en mi brazo de quemaduras que yo misma me provoque en uno de mis ataques, también estaban en mi abdomen.
―Lindo. Y tiene sentido. ―sus dedos acariciaron las manchas de mi brazo, vi como sus ojos se cristalizaron y luego me abrazó con fuerza― No debí permitir que te fueras, no debí odiarte por haberlo hecho, tuve que actuar de otro modo cuando volví a verte pero tenia tanto reprimido que no supe que hacer.
―No es tu culpa, Druig. Soy yo quien debió hablar contigo de lo que ocurría realmente y no huir como una cobarde.
―No eres una cobarde, eres más fuerte de lo que una vez fuiste ¿Quién más podría soportar estar al borde de la locura por tantos años?
―No se ni como pasó tanto tiempo. ―lo estreché aun mas contra mi cuerpo― Primero que soy algo malo vuelve a sucederme, serás el primero en saber y buscare tu ayuda antes que la de nadie.
―Mas te vale porque ahora si me enojare e iré tras de ti buscándote hasta debajo de las piedras. No bromeo. ―declaró al escuchar mi pequeña risa.
―Me tratas de las orejas como una niña pequeña.
―Siempre serás mi pequeña.
—Siempre serás mi gruñón. ―besó mi frente con cariño y por una vez más sentí que estaba en mi lugar, Druig era mi hogar.
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Escribir estas cosas me da una tristeza porque no tengo a nadie xd