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―Amara, mi lady ¿Necesitas ayuda buscando algo? ―su voz hizo me hizo respingar pero lo disimule rápidamente.

―No gracias, Druig. Ya casi termino. ―al darme la vuelta para huir de allí, tenia su cuerpo frente al mío, cerca, demasiado cerca.

―Te noto algo nerviosa, si quieres hablar estoy aquí para escuchar lo que sea que te ocurra. ―sonrió como si supiera lo que sucedía, de hecho él sabía cosas de mi, estaba segura.

―Estoy bien pero quizá en otro momento. ―sonreí amable― ¿Me dejas ir, por favor? ―entonces fue su momento de cerrar cualquier espacio por el que pudiera irme colocando sus manos a cada lado de mi cuerpo.

Tenia su mirada fija en mi y sus ojos estudiaban mi rostro con detenimiento, su sonrisa era aún más divertida hasta un poco descarada. Creo que iba a orinarme.

Se acercó un poco mas y no podía alejarme ya que estaba la enorme mesa y a su vez repleta de cosas.

―¿Necesitas algo? —nada coherente se podía formar en mi cabeza y el que siguiera viéndome con esa intensidad lo hacía aun peor.

―No en realidad. Solo estaba recordando algo que prometiste hace siglos, según tu bromeabas pero recuerdo que yo había dicho que lo estaría esperando con ansias o lo tomaría de todos modos si tu hacías de cuenta que no habías dicho nada.

―El beso. ―susurré pero él lo escuchó pues sonrió y bajo un poco mas su rostro para estar a mi altura.
Su respiración se mezclaba con la mía y sentía mis nervios volverse locos.

―Siempre tuve en mi mente esa expresión tímida y dulce. Pero me gusta que me vean a los ojos cuando hablo. ―iba a desmayarme juro que lo haría si tenia que verlo a los ojos un segundo más y era casi imposible evitarlo pues el agarre en mi mentón era firme― No se porque siento que buscas evitarme, no siquiera debo entrar en tu mente para saber como estas sintiéndote.

No resistí la presión que su mirada ejercía sobre mi y preferí darme la vuelta aunque eso no evitó que siguiéramos cerca, sus manos se pasaron sobre mi abdomen y si mentón sobre mi hombro.

Permaneció así por unos largos minutos mientras me veía mover cosas simulando buscar algo y acomodar otras.

―Mira, papas ¿no tienes hambre? Allí hay un gran sitio para que te sientes. ―su risa airosa movió mi cabello.

―Amara. ―su tono era algo divertido y como una pequeña advertencia.

―Druig. ―sus manos se deslizaron por mi cintura para hacer que me volteara. Una de sus manos permaneció en mi cintura y la otra subió hasta mi rostro acariciando mi mejilla y apartando mi cabello― Creí que después de tanto tiempo lo que había entre nosotros se había apagado.

―Eso jamás, al menos no para mi. ¿Para ti lo que teníamos ya no existe? ―negué al instante, claro que lo que sentía por Druig no se había extinguido. Ahora mas que nunca estaban a flor de piel.

―Recuerdo cada cosa que compartimos juntos y mas aun cuando te prometí un beso cuando no sintiera miedo o vergüenza...

―Y si eso no sucedía sería yo quien te besaría y por lo que veo sigues siendo el mismo manojo de nervios cada vez que me acerco a ti. ―ahogué un pequeño grito cuando pegó nuestros cuerpos de repente.

―Lo haces a propósito porque sabes como reaccionare, aunque pasen los años seguiré siendo la tierna Amara que prácticamente se desmaya cuando el gran Druig respira cerca.

―Eres mi tierna Amara. ―su mano tomando parte de mi mejilla y mezclándose entre mi cabello se sentía cálida, ese calor se propagaba por mi torso haciéndome sentir extraña― Y no voy a negar el hecho de que siempre quise un beso de esos hermosos labios. Tantas veces estuve a punto de besarte pero siempre te me escapabas.

―Como no voy a querer huir si actúas así de raro, haces que me ponga demasiado nerviosa, no se para que te lo digo si ya lo sabes, te lo he dicho tantas veces y he sentido como entras en mi mente.

―Porque no acabamos de una vez con esa promesa que no pudiste cumplir y pasamos al siguiente paso.

No dije nada, miraba a cualquier lado menos a sus ojos. Noté como sonrió y remojo sus labios.

Entonces su rostro se acercó al mío con la intensión de besarme pero apenas logre voltearme haciendo que besara mi mejilla, mas cerca de la comisura de mis labios.

Cerré mis ojos por instinto y deje salir un suspiro silencioso.

Volvió a sonreír y dejar salir una pequeña risa mientras juntaba nuestras frentes, nuestras narices rozándose.

Ahora tomó mi mejilla libre asegurándose de que no volviera a esquivarlo. Reí nerviosa juntando mis manos en mi pecho y jugando con mis dedos.

―Esperar tanto tiempo para volver a verte a valido cada segundo.

El primer roce de nuestros labios fue suave y tierno, no sabia como asegurarme de que era real. Volvió a besarme esta vez con un poco mas de profundidad encajando nuestros labios a la perfección, le seguí el ritmo aun con mi cuerpo a punto de colapsar.

Mis manos se pasaron sobre su pecho y luego siguieron hasta sus hombros para mantenerme en mi sitio.

―Ash, ustedes también. Váyanse a una habitación. ―la voz asqueada de Sprite llamó nuestra atención más no provoco que nos separamos.

―Regresa por donde viniste, no es horario para niños. ―le respondió Druig sin mirarle.

Sprite tomo lo que buscaba y se fue de allí bufando.

Antes de que pudiera pedírselo Druig ya se encontraba de nuevo besándome, su manera de hacerlo causó una sonrisa a mitad del beso. Al parecer se emocionó demasiado y perdí el equilibrio yéndome contra la mesa haciendo que el beso se rompiera.

―No se si lo olvidaste pero debemos respirar.

―Lo siento por un momento lo olvidé. ―sonrió y yo le imite.

―Supongo que ahora debemos seguir con el siguiente paso.

Aproveché su momento de felicidad para abrazarlo con fuerza y me devolvió el gesto con la misma intensidad.

Barry/Druig One Shots - Eternals.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora