(Barry)
La conversación con un compañero del cast había terminado con una carcajada limpia por parte de ambos y nos despedimos.
Di la vuelta y en el camino me encontré con Barry quien como ya era costumbre se encontraba comiendo algo mientras me seguía con la mirada.
―¿Estas entrenando para ser francotirador? Deja de mirarme como si estuvieras apuntándome.
Imitó una carcajada falsa e hizo una mueca infantil la cual se la devolví, obviamente. ―Hola, Barry ¿Cómo estas? Yo bien, me alegro de verte y perdón por ignorarte casi toda la mañana.
―No te e ignorado toda la mañana, estuve rodando toda la mañana que es muy distinto.
―Si claro, y el señor sonrisas muy encantado de eso.
―Te recuerdo que en esta parte aun seguimos siendo pareja, tu y yo aun no compartimos escenas así que tendré que estar con el señor sonrisas hasta que arruines mi noviazgo.
―No puedo esperar para ello. ―el muy sínico sonrió.
―Guarda tus celos para cuando debamos rodar, ahora creo que están un poco fuera de foco y no los comprendo. ―tome un tacón de uvas― Me voy a mi camerino, me alegro de verte Barry. Hasta luego. ―besé su mejilla para luego irme de allí. Sentía su mirada en mi espalda hasta que me perdí en medio de la gente y pasillos.
Paso un rato donde quite el maquillaje y cambie de ropa a una más cómoda y personal, deje la ropa de antes colgada donde estaba toda la ropa que usaría en la película.
Me senté un momento a descansar y la puerta se abrió.
―Me has dejado prácticamente hablando solo, si no fuera porque debía rodar un momento te habría explicado un par de cosas.
―¿Qué vas a explicarme tu, payaso? ―conteste sin dejar de mirar el teléfono―¿Te queda algo mas que hacer o ya podemos irnos?
―Si ya podemos irnos, linda. ¿Ves? Yo si te trato como te mereces.
―Hoy estas algo sensible.
―Tal vez porque no te has reído conmigo, Ruth. ―me miró serio. Y me llamó por mi nombre y no por un apodo.
―¿Es enserio? ―siguió con la mirada seria, di un beso en su mejilla y lo observé, todo sus ojos mientras una leve sonrisa se asomaba en sus labios así que di otro beso y aflojó― Ven vamos a casa, muero de hambre y estoy segura que la comida de allá afuera ya esta en mal estado.
―Esta bien pero aun así hay cosas que debemos hablar.
―¿Sobre tus celos de mejor amigo? No te preocupes de la manera en que espantas a todo el que se me acerca no podrán robarte ningún puesto.
―Solo te protejo de esos tontos así como tu has hecho correr a la de maquillaje y vestuario.
―Note su mirada depredadora y además tuvo el mal gesto de hablarme y mirarme feo.
―Tampoco me ha gustado como te ha tratado, de hecho ya no es mi maquilladora, Martin notó el mal momento y ya te imaginaras lo demás.
El viaje a casa fue algo largo pero cuando al fin estábamos frente al portón de rejas respire aliviada, Barry ingresó al predio por el camino de concreto y reacciono frente a la puerta del garaje.
―Que bueno que estés aquí porque serás mi cocinero. ―comente volteando verlo, negaba con una sonrisa― Hoy se me antojan unas pizzas pero yo hare la salsa y demás, eso si me gusta como me queda.