⚠ mucho amor y mucho drama asi que un poco de SEXOOOO xd que le pasaba.
(Por cierto este sera de nuestro hermoso Barry)
El entrenamiento con Michael había finalizado pero Barry tuvo la fantástica idea de que practicamos juntos, aunque estaba de payaso en lugar de dar un buen golpe y no respondía cuando mis puños lo golpeaban.
No iba a negar que me divertía tanto como él, además escuchar su risa era algo muy lindo, sobre todo ver su sonrisa.
—Ya enserio, concéntrate. —pedí por décima vez obteniendo una sonrisa burlona.
—Eso, no dejes que su encanto te atrape. —solté una carcajada.
De verdad Barry se veía demasiado sexy cuando boxeaba pero solo se concentraba si no sabía que le estaba viendo, en tal caso vivía coqueteandome y no iba a decir que no me gustaba pero quería seguir deleitándome con su imagen sensual y no de tonto.
—Deja de tontear y practica. —Barry sonrió y continuó acercándose y alejando solo para molestarme.
De un momento a otro cuando el entrenador se distrajo, Barry hizo una de sus tonterías tirándome al suelo del ring, bloqueando mi cuerpo con el suyo impidiendo que me levantara.
Sentía su piel pegada a la mía ya que no traía camiseta y yo tenia puesto un top deportivo.
—¿Que haces? Quítate de encima. —dije casi en un susurro, la verdad es que estaba muriendo internamente.
—Eso duele, creí que dirías algo como terminemos esto en otro lado o que increíblemente hermoso te vez hoy, al menos.
—Ya te gustaría. Michael esta del otro lado y puede verlos, deja de hacer tonterías Keoghan.
—Claro que me gustaría ¿acaso no ves que no puedo resistirme a ti? —su mirada y sonrisa hacían remover mi interior, además de provocar cosquillas donde no debería.
—No se ustedes pero estoy seguro de que así no se boxea, llevo años en esto y nunca vi esa técnica. ―Michael intentaba seguir la broma pero era obvio que quería hacer su trabajo de entrenarnos para nuestros papeles.
—Es la técnica de enamorar a tu oponente.
—No creo que debas enamorarla, ya lo esta perdidamente de esa carita tan bella.— se burló el grandulón y Barry le siguió.
—Oigan ya basta, es suficiente y en todo caso más quisieras que yo este enamorada de ti. —me fui de allí directo a las duchas escuchando las burlas del entrenador hacia Barry.
Deje los guantes y vendas en mi bolso. Deje reposar mis manos en el mármol del lavamanos mientras intentaba volver a la normalidad.
Me sobresalté al escuchar la puerta abrirse y suspiré con pesar al ver que se trataba de él.
—Creo que te has equivocado de vestuarios, estan justo al lado.
—No lo creo, estoy justo donde quiero estar. —deje de verle para mirar al espejo frente a mi, aun así notaba como se acercaba.
Tampoco tenia sus guantes, sus manos se veían increíbles. Tenia un pequeño problema y debía de dejar de mirarlo constantemente.
Su cuerpo estaba justo detrás de mi y me negaba a mirarlo aunque sea a través del espejo.
Mi respiración era algo irregular y era incapaz de pensar en pedirle que se fuera, aun más cuando sus dedos acariciaron mis brazos y luego mi abdomen. En verdad quería terminar esto pero no tenia la cara para pedirlo, aunque creo que algo se lo decía a Barry.