Conocer a ese Druig fue un poco extraño, desde su manera de caminar hasta su mirada sobre mi a cada rato. Me sentía más observada que por las cámaras de Karun, le escuche susurrar que es bueno un poco de tensión amorosa ¿Pero cual tensión amorosa, señor?
Sentía que nada tenía que hacer allí así que cuando Ikaris Y Druig comenzaron una charla no tan amistosa, decidí levantarme.
—Si me disculpan, sin su permiso me retiro. —y desaparecí como si nada.
Tuve el presentimiento de que Druig me seguía con su mirada mientras seguía con su monólogo deprimido.
La soledad de la selva en este lado era muy agradable, aunque duró poco gracias a que alguien decidió asustarme con su repentina aparición.
—Así que Sersi no solo cuidó a una niña eterna, si no que también decidió cuidar de una bebé. —¿se refería a mi como una bebé pese a mi edad?
—Esta bebé puede patearte el trasero con facilidad y no es mi problema si el señor es mas antiguo que los dinosaurios. —di la vuelta para enfrentarlo con una mirada filosa.
Literalmente estaba a centímetros d su rostro y nuestros todos se rozaban, estaba nerviosa, él me ponía nerviosa y no me gustaba, masa por el hecho de como se refería a mi.
—No te pareces en nada a Sersi, de hecho se nota que eres molesta y muy insolente, me recuerdas a mi.
—Que dulce. —sonreí con sarcasmo, él también sonrió pero de manera distinta y no iba a negar que se veía lindo.
Me alejé de él para caminar por el lugar, mas bien para huir de lo que su persona provocaba en mi.
—Tienes algo especial pero no logro verlo en tu mente, solo los comentarios de lo odioso y lo nerviosa que te pongo.
—Oye, lo mismo que te dijo Kingo sobre Karun, te lo recuerdo para mi, no jodas dentro de mi mente, yo no te molesto a ti. —lo apunte con mi dedo el cual quedo enterado en su ropa a la altura del pecho pues siguió caminando hacia mi— Y quita esa sonrisa de estúpido. Lo digo para que no tengas que entrar en mi mente.
—De verdad eres molesta, adoras contestar a todo. —asentí mientras movía mis hombros de arriba abajo sin importancia.
—Te recuerdo a ti no creo que te sea insoportable o si porque de lo contrario no estarías en un lugar que parece de otra dimensión donde nunca avanzó. Pero un punto a favor es el hecho de la tranquilidad y de que ninguno se parece a ti, son amables.
—Siento que comenzamos muy mal nuestra conversación desde que llegaste aquí. Me presento, soy Druig, soy el pilar de esta comunidad y estoy feliz de ver a alguien nuevo por aquí.
—Soy Zoe, me gusta este lugar Druig, es tranquilo y se nota el respeto que te tienen, es lindo que te dedicaras a cuidar de ellos.
—Gracias, es genial que lo aprecies y bonito nombre, te queda.
—Gracias. Ese "nombre" es lo único que decía cuando Sersi me encontró en la basura, envuelta en una mantita, como si no fuera nada, mis padres no tuvieron corazón al dejarme allí a morir.
—Tanto rencor y odio no le hará bien a tu alma, no soy el mejor para decir esto pero debes perdonarlos, te quitara un peso de encima. No sirve que pases tu vida odiándolos, su vida es un suspiro y no es justo que la desperdicies en odiarlos.
—No sabes lo difícil que ha sido vivir con eso, Sersi a sido muy buena y por momentos me ha hecho olvidar mi vida antes de eso pero siempre vuelve. Pero tienes razón, debo perdonarlos y perdonarme a mi.
—Y aun no me has respondido que es eso especial que siento en ti.
—Puede ser el hecho de que sea una bruja. —fui bajando mi tono conforme terminaba de hablar— ¿Puedes sentir la magia o algo así?
—Al parecer, no lo se.
—Te contaré algo que no se lo he dicho siquiera a Sersi. Al cumplir 22 haré un hechizo de inmortalidad, al principio era para ver como mis padres tenían una vida miserable pero puede que me hayas hecho cambiar de idea. Aun así les pasaré por su cara el haber quitado su magia.
—Con que también puedes absorber poderes, no seas un Desviante disfrazado de alguien tan bonita para engañarme.
—¿Me estas diciendo horrible? ¿Quien te enseño a coquetear? Y no, no soy una de esas cosas, pero algo sucedió y con el tiempo fui absorbiendo la magia de ambos, supongo que pensaron que alejándome recuperarian sus poderes.
—En algún punto de esos sies cientos años creí que las personas cambiarían pero por lo que veo siguen empeorado, siento mucho lo que hicieron contigo. Hubiera hecho lo mismo que Sersi de haber tenido la oportunidad.
Sentí mis ojos empañarse y sin pensarlo lo abrace con fuerza escondiendo mi rostro en su pecho, tardo un poco pero me devolvió el abrazo con calidez.
Me separe apenas para verle pero en el momento en el que iba a decir algo, el suelo se sacudió y la sensación de miedo se apoderó de mi cuerpo.
—Quédate aquí, estarás a salvo. —se alejó rápido sin decir nada mas.
“También creo que debemos seguir hablando, así que si sobrevivo tendrás más de mi irritante presencia para ti, preciosa.”
Una voz igual a la de Druig sonó en mi cabeza haciéndome asustar nuevamente. El hecho de que dijera sobrevivir me congeló un poco pero confiaba que entre todos le detuvieran.
Mientras tanto me quedaría aquí como una pequeña cobarde oculta con un hechizo de invisibilidad.
Ay no, mi mente dice que eso podría servir de algo ¿quien tiene que sobrevivir ahora?