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Sin llamar a la puerta, entré en la cabaña donde Druig vivía y pasaba gran parte de su tiempo.

Este se encontraba en su habitación ya que había escuchado un ruido muy bajo venir de ella.

Nada mas abrir la puerta este volteó a mirarme, sonrió como siempre solía hacerlo.

—Druig, la cena ya esta servida, solo faltas tu.

—Gracias, pero lamento decir que hoy no estoy de buen humor para salir de mi cabaña. —Pese a nuestra amistad mantenía cierta distancia con él, mis sentimientos confusos así lo pedían.

—Oh. Esta bien, en ese caso pediré que te preparen una bandeja y te la traeré sin demora. —No espere a que contestara y solo salí de allí rápidamente.

Un instante después llegué nuevamente y deje lo que había en mis manos sobre la mesa del comedor.

Vi como asomaba su figura desde la habitación.

Ya no llevaba su abrigo oscuro, llevando solo la camiseta fina por lo que sus brazos estaban al descubierto y el escote en v le daba un toque más atractivo.

—Pues aquí tienes, he probado bocado antes de venir y puedo asegurar que está delicioso.

—Estoy seguro que si. —Parecía bastante cansado, hasta podía jurar que tenia una expresión irritada.

—No quiero molestarte más, así que me voy.

—He dicho que no quiero salir de aquí más no que quiera estar solo. Y puedes acompañarme a cenar.

—Cuanta dulzura y ternura en tu manera de pedirme que me quede —ambos sonreímos.

—Pido perdón, mi dulce Claire. No ha sido un buen día me temo.

—Puedo notarlo en tu mirada, hasta en tu hombros caídos. —le di una mirada de comprensión.

Entonces hice lo que siempre acostumbrada a hacer desde que descubrí que le hacía sentir mejor.

Extendí mis brazos invitándole a que se acercara y así reconfortarle con un cariñoso abrazo.

Cuando estuvo entre mis brazos, olvidó toda tensión y se dejó ver vulnerable una vez más.

Nos guió hasta el sofá para estar mas cómodos. Dejó caer su cabeza en mi pecho y rodeó mi torso con sus brazos.

Sentí su respiración pesada y acaricié su mejilla con suavidad para luego subir a su cabello dando suaves toques haciendo que se relaje aun mas. Suspiró.

-Eres lo único que me impide arrasar con este lugar. —Aquella confesión aceleró mi corazón.

Han sido tantas veces las que ha dicho cosas como esas y yo resultaba ser quien le detenía.

—A veces pienso que la solución es controlar a cada uno y que comience una realidad nueva para todos. No tienes idea de lo angustiante que resulta salir de aquí y ver como todo sigue empeorando.

—Es parte de nuestra naturaleza. Todo lo que me has contado en este tiempo, solo me demuestra que no hay cosa que logre cambiarnos, al parecer siempre encontramos la manera de demostrar lo que llevamos dentro.

—¿Por qué tu eres diferente? Siempre has demostrado ser todo lo opuesto a lo que he conocido.

—¿Seguro que no estas controlandome para ser justo lo que quieres que sea? —bromee, pero él no parecía tener ni un mínimo animo de sonreír. Me miró atentamente.

—Jamás consideré necesario el controlarte, ni en algo mínimo. Tampoco me gusta hacerlo con los demás, pero es la única manera de que puedan progresar y vivir en completa armonía. Tu bondad de hecho ha sido importante para guiarlos a todos.

Barry/Druig One Shots - Eternals.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora