Imagina estar vestida con los colores de tu traje pero con delicadas telas que ondeaban por el aire y una corona de flores hecha por tres niñas que después de agradecerle se fueron riendo timidas por la presencia de Druig.
Druig te mira de la manera más dulce y adorable. Viéndote como un tesoro que no esta dispuesto a perder, sintiéndose afortunado de que le hayas elegido desde el primer momento y no pudieras en dudas tus sentimientos.
El era tuyo y tu eras de él y esa tarde lo afirmarian uniéndose en matrimonio.