Druig había tenido la maravillosa idea de escaparnos un momento para estar a solas lejos de los otros que intentaban entrometerse en nuestra conversación o simplemente estar allí tirados sin hacer nada y que alguno aparezca solo a molestar, sobre todo Kingo.
Íbamos en dirección a la playa, a la parte menos concurrida y hasta mas privada.
Nuestra relación, si podía llamarle así, era bonita, nos llevábamos muy bien y teníamos una conexión que no compartimos con nadie más.
—Hay que darnos un baño. —expresó este con entusiasmo mientras removía parte de su ropa.
—No lo creo, prefiero quedarme aquí y verte jugar como un niño.
—No seas aburrida, será divertido. —no dije nada mas y solo di la vuelta para buscar un lugar donde sentarme.
No escuche nada mas de su parte y cuando volteé mis ojos no creían lo que veían ¿Acaso esta loco?
―Druig ¿Que estas... Estas desnudo, por Arishem cubrete por favor. —me voltee de inmediato.
Aquello causó una gran carcajada en el chico.
―Lana, vamos sera divertido quitate la ropa ven al mar, el agua esta estupenda. — dijo a mi espaldas.
―No, no ire contigo a ninguna parte asi, ya vistete por favor.― me va a dar algo aunque no pueda morir de esas cosas que le ocurren a los humanos.
Sentí su presencia detrás de mi y volteo con cuidado centrandome en su cara y no en el resto de su cuerpo porque definitivamente iba a desmayarme.
―Aunque sea quitate esta parte y te quedas con la prenda mas fina.
―Alguien podria venir y vernos desnudos.
―No tengas miedo, haré que se vayan, no dejaría que vieran a mi preciosa chica. Yo cuido de ti mientras nos divertimos un rato, luego Ajak empezara con sus sermones o quizá debamos irnos... Por favor...
―Esta bien pero no me mires, date la vuelta. ―hizo casi y en un segundo estaba completamente expuesta, me sentia libre a pesar del sentimiento de vergüenza.
Druig volteó y sonrió mirando mis ojos y pegándose mas a mi para luego tomarme de la cintura y comenzar a correr hacia la playa.
Me lanzó al agua sin cuidado y por un momento olvide que habia visto practicamente todo de mi asi que me quede con mi cabeza por encima del agua mientras escondia lo demas.
―Eres bellisima, no se porque te cubres, yo no lo hago, me das la confianza de presumir todo esto que tengo. ―parecía realmente relajado mientras hablaba al frente y mostraba su torso.
Nadó hasta mi y senti sus manos tocar mi piel para luego levantarme por debajo de mis muslos.
―Druig ya sueltame, hablo en serio― él solo me veía sonriente mientras yo tapaba mis pechos con mis brazos y su pecho.
―Eres tan hermosa Julieth, como una obra de arte, eres perfecta.
―Tus alagos no me engañaran.
―Es una extraña forma de pedirte que seamos amantes eternos pero quería que fuera asi, que te animaras a hacer algo tonto. Te amo y se que me amas por eso adoras mis locuras y momentos donde soy un tonto, tengamos nuestra propia historia.
¿Como podia decirle que no a esa cara y a esos ojos que me miraban con amor y dulzura?
―Tienes una forma extraña de pedirme cosas a veces pero admito que esto tiene su gracia. ―sonreí mirándole, baje mi rostro para poder besarle ya que estaba por encima de él debido a su agarre― Te amo con locura y amo todo de ti, solo por eso se que estoy igual de mal que tu.
―Hay que casarnos, conozco un sacerdote por aqui, no tendra problema y ademas tengo nuestros anillos.
―¿Casarnos? Acabamos de formalizar lo nuestro... Ah, quien le importa podemos casarnos hoy a la tarde ¿Por favor?
―Lo que desees, amor mio.
Perdí la vergüenza a vernos desnudos y preferí centrarme en divertirme en medio de una playa decierta. Me casaría con el hombre que revoluciona mi sistema, era extraño pero emocionante.